El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica finalizó las sesiones de radioterapia por el cáncer de esófago que le diagnosticaron a principios de mayo, tratamiento que se espera tenga un efecto curativo, según informó su médica personal.
La doctora Raquel Pannone dijo que el exmandatario de 89 años, que gobernó Uruguay de 2010 a 2015 y sigue activo en la vida política, dijo que "día a día está mejorando".
"Está bien; se está recuperando. El tratamiento es muy agresivo en sí mismo y eso hace que le dé algunos efectos secundarios, pero que él ha llevado muy bien y se está recuperando y ustedes lo ven que está en diferentes actividades", señaló en radio Sarandí.
Pannone dijo que se temía que Mujica no pudiera tolerar la radioterapia debido a su edad avanzada y a la vasculitis y la insuficiencia renal que también padece.
"Pero sin duda", destacó, "tiene mucha fortaleza, física y anímica, y eso le permitió poder concretar todo el tratamiento sin mayores dificultades".
Ahora sólo resta "esperar, con tranquilidad, sin ansiedad, a que se siga recuperando y en un par de meses, no antes, nos planteamos reevaluarlo para ver las repercusiones y el efecto del tratamiento, que tuvo una aspiración de que sea curativo", añadió Pannone.
Mujica, uno de los representantes progresistas de gran popularidad, estuvo 12 años preso, la mayor parte durante la dictadura cívico-militar (1973-1985), sometido a duras condiciones.
A pesar del tratamiento contra el cáncer, Mujica participó el 20 de mayo en la marcha anual en reclamo de verdad y justicia por los desaparecidos durante el régimen de facto.
Dos días después, al asistir a otro acto público, se dijo "cansado" pero bromeó con periodistas sobre el tema, fiel a su estilo alejado de protocolos. "Estoy como burro de panadero, de esos antiguos que hacían repartos, que paraban en todas las paradas sin que lo mandaran", comentó jocoso.
Esta semana, Mujica, líder del Movimiento de Participación Popular que integra la coalición Frente Amplio, fue el orador estrella en el cierre de campaña de Yamandú Orsi, su delfín en las internas partidarias con miras a las elecciones presidenciales de octubre.
"Tengo que transmitirles la angustia existencial de un viejo luchador para que tengan una causa, un objetivo para vivir un poco más allá de la existencia cotidiana", enfatizó el exmandatario, en un discurso en el que defendió la democracia y el papel del Estado para combatir la pobreza, llamó a hacer crecer la economía, y pidió "compromiso" con salvar el planeta y la especie humana.