La llegada de Javier Milei a la presidencia vino acompañada de una enorme ola de despidos en el Estado. Uno de los primeros decretos de la actual gestión determinó cesar todos los contratos estatales suscritos durante 2023, acusando que estos respondían a favores políticos de la gestión saliente. El decreto 84/2023, sin embargo, dejaba exceptuados a aquellas contrataciones que sean “derivadas de cupos regulados por ley u otro tipo de protecciones especiales”. 

Esto parecía garantizar los empleos para las personas con discapacidad y travestis/trans que son protegidas por cupos especiales, sin embargo apenas iniciado el 2024 recibimos las primeras noticias sobre despidos dentro del estado de personas protegidas por leyes de cupo. Uno de estos casos fue el de Celina Esteban, enfermera del Hospital Laura Bonaparte, quien fue discriminada y despedida injustificadamente de su empleo a principios de marzo. Hacia finales de marzo se sumaron otros cien despidos de personas trans.

Durante los últimos meses han sido diversas las estrategias que la comunidad travesti/trans se dió para enfrentar los despidos. La asamblea de trabajadores trans Zaguán TranSindical realizó varías reuniones para informar sobre la situación, relevar los despidos y brindar algunas herramientas de acción. El Bachillerato Mocha Celis realizó un ciclo de cine de temática trans para recolectar dinero para las compañeras trans despedidas del INCAA. 

En cada provincia y dependencia del Estado se organizaron para intervenir en las asambleas sindicales y buscar asesoramiento de las juntas internas, esto con desiguales resultados. Algunos casos llegaron a la justicia, por ejemplo el de Celina. 

A principios del mes de junio el Juzgado Federal Contencioso Administrativo N° 3 dictaminó que el Hospital Bonaparte debe reincorporar a Celina Esteban a su empleo. El fallo, firmado por el juez Santiago Carrillo, brinda una esclarecedora mirada sobre la cuestión del empleo para las personas trans y establece la ilegalidad de los despidos masivos ocurridos desde la asunción de Javier Milei. En un fallo similar se obligó también a la Casa de la Moneda a reincorporar a un trabajador trans víctima de discriminacion.

A pesar de la contundencia del fallo expedido el Hospital Bonaparte se niega a reincorporar a Celina y presentó una apelación para dilatar la reincorporación de Celina. Según María Suyai Lutz, abogada de la damnificada, la decisión del Hospital de ignorar una medida cautelar podría derivar en un delito en el fuero penal. Aún así parece ser más fuerte la voluntad de los directivos de profundizar el acto discriminatorio y empeorar la situación de Celina. “Hace semanas que cómo sólo una vez al día, al mediodía, y me voy a dormir con una taza de mate. Además estoy en tratamiento psicológico porque hay días que no siento ganas de salir de la cama”, declara Celina.

“En el fallo el juez dice claramente que hay una desigualdad estructural que está documentada y acreditada por investigaciones. No se trata de un hecho que uno alega y se tiene que probar, sino que hay una ley que debería ser el piso para discutir cualquier situación vinculada al empleo de la comunidad trans”, señala Suyai Lutz, quien percibe positivamente este fallo que no sólo atiende a las irregularidades cometidas respecto al cese de la contratación de Celina, sino que además pondera la importancia de la Ley de Cupo Laboral Trans cuyo estatus es superior al del decreto al que se apela para los despidos.

Ante la proximidad de una nueva oleada de despidos los fallos obtenidos en este caso y también en la Casa de la Moneda sientan precedente del carácter ilegal de los despidos y habilita una estrategia para seguir reclamando las reincorporaciones. Los abogados que integran el equipo jurídico de ATE Capital, entre quienes está la doctora Lutz, son optimistas respecto a la vía judicial pero no descartan que existan apelaciones y resoluciones contrarias. Aún así es importante la voluntad del sindicato por ofrecer estas herramientas a sus asociados, algo que lamentablemente no ocurre en todos los distritos, ni con todos los sindicatos. La ola de despidos trans en marzo dejó al descubierto las dificultades que vivieron los empleados trans para articular con los sindicatos, que muchas veces reproducen prácticas machistas y cisexistas, especialmente en algunas provincias.

La reincorporación de Celina aún peligra debido a la falta de voluntad del Hospital, pero además existe temor respecto a cómo sería recibida de producirse la reincorporación. En muchos otros casos la reincorporación estuvo acompañada de traslados y cambios de tareas que fueron acompañados por representantes del gremio. Pero Celina no tiene el acompañamiento de la comisión interna y deberá enfrentarse sola a un espacio que, a priori, parece territorio hostil. “No me da miedo, creo que haberme hecho conocida me ayuda un poco. Además creo que ellos deben tener más miedo que yo, porque vienen demostrando una actitud persecutoria contra mi persona y contra los empleados del hospital. Por el transodio que tienen puede ser que intenten algo más grave, pero yo me voy a cuidar de todo y hacer mi trabajo cómo siempre lo hice: con profesionalidad” dice Celina.

Ya deberíamos terminar de repetir aquello de que “el amor vence al odio”. La insistente negativa de los directivos del Hospital Bonaparte por devolverle a Celina Esteban su trabajo demuestra que muchas veces el odio hacia las personas trans puede más. Afortunadamente tenemos redes fuertes para intentar sostenernos, pero la creciente violencia estatal cada vez debilita más profundamente nuestro activismo. Debemos estar alerta, julio promete traer más despidos, más inflación y más tarifazos. Si para el bolsillo de la clase media esta crisis se está volviendo insoportable, para las travestis la soga aprieta el cuello con fuerza. 

Ha llegado el tiempo de abandonar el optimismo, la celebración y el “orgullo” para embanderarnos de furia. Sólo con lucha, con gritos, con escándalo vamos a reconquistar nuestros derechos porque la lógica política se ha invertido y el tiempo de los consensos y el diálogo ya terminó ¿Volveremos a la furia travesti o seguiremos en el love is love?