Proyectos que terminan en un cajón, estrenos de films suspendidos, estudios amenazados y la campaña por el Oscar sacudida: los casos de abuso sexual que involucran a Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Brett Ratner y otros generaron un caos inconmensurable en Hollywood.

Un mes después de que el diario The New York Times y la revista The New Yorker destaparan el escándalo sobre el deshonrado productor Weinstein, acusado por una centena de actrices y ex empleados de acoso, agresión sexual y hasta violación, muchos tomaron valor para salir de las sombras y denunciar a otros pesos pesados de la industria sobre conductas similares.

Fue así como empezaron las denuncias contra Spacey, ganador de dos premios de la Academia, y del director Ratner, entre otros actores, agentes, ejecutivos... Son tantas las revelaciones que el diario Los Angeles Times se preguntó en su editorial del domingo: “¿Quién será el próximo?”.

“Espero que todo este caos pavimente un camino hacia una sanación” en la industria, dijo la estrella Jessica Chastain.

Tim Gray, uno de los editores jefe de la revista Variety, dijo que “hay escándalos en Hollywood desde la era del cine mudo, pero era una persona, un incidente”. “Tengo en Variety 30 años y nunca vi una cosa así”, indicó.

Cualquier proyecto que tenga el sello de The Weinstein Company, fundada por Harvey Weinstein y su hermano Bob, se volvió tóxico, cuando apenas meses atrás era una señal de prestigio.

El director Oliver Stone, que inicialmente defendió al productor, decidió después retirar de la compañía su proyecto sobre la serie Guantánamo.

La más reciente película del estudio, Amityville: el despertar, recaudó apenas 742 dólares en más de una semana en taquilla en Estados Unidos, según el sitio especializado Boxofficemojo.com. Y la compañía está al borde de la quiebra.

Otros estudios también se vieron sacudidos por escándalos sexuales, como el gigante de internet Amazon, cuyo director Roy Price debió renunciar tras alegaciones de acoso.

Pero el problema se extendió a otras zonas de la industria del espectáculo. Daño colateral, la muy esperada serie de televisión de David O. Russell, fue “torpeadeada”, explicó la actriz Julianne Moore en un programa televisivo. “Con la debacle de Weinstein y el otro asunto con Amazon, todo el mundo se retiró” del proyecto, dijo la actriz ganadora del Oscar, que habría protagonizado la serie con Robert De Niro. Un guionista que trabajó meses en un proyecto de serie para Amazon dijo que ahora es una incógnita si se materializará.

Netflix también atraviesa por una crisis con las acusaciones contra Spacey, protagonista de su aclamada serie House of Cards. La producción de la sexta temporada –que sería la última– fue suspendida abruptamente y el lanzamiento de la película Gore, con el mismo actor, fue cancelado.

Warner Bros, por su parte, rompió una sociedad de cientos de millones de dólares con la empresa de Ratner (Una pareja explosiva, Quiero matar a mi jefe, El renacido), que trabajaba en una adaptación del exitoso libro El jilguero.

“Esta es una lección para todo el mundo en Hollywood”, aseguró Gray, directivo de la Warner. “Todo el mundo es reemplazable. Kevin Spacey era la gran estrella de House of Cards, que sin embargo se hará entonces sin él”.

Los escándalos también afectaron la carrera por el Oscar. Sony Pictures apostaba por el último filme de Ridley Scott, All the Money in the World’, pero con Spacey en el papel principal, el panorama cambia. Y a cuatro meses de la ceremonia, “quien sabe qué historia vamos a descubrir sobre sobre otros en competencia”, añadió Gray. La Academia expulsó a Weinstein hace un mes, pero otros de los acusados son miembros aún. Y está también el escándalo tras bastidores: los representantes Tyler Grasham y David Guillod fueron despedidos por denuncias sexuales, mientras que Danny Masterson también está acusado y hay una petición para que Netflix cancele su show.

Para Gray, es evidente “que algo está mal con la industria”, destacando los problemas de diversidad, denuncias de discriminación contra minorías y mujeres, y ahora, de abuso sexual. Y aseguró que si bien “Hollywood adora un gran regreso”, lo de Weinstein, Spacey y Ratner “no se puede perdonar”.

En medio de este clima, trascendió que Weinstein contrató detectives privados para reunir información sobre la vida sexual y la situación económica de las mujeres que lo acusaban, reveló en su edición del lunes el semanario The New Yorker.