Nora Longo fue una de las detenidas en la manifestación contra la Ley Bases. Además de ser aprehendida injustamente, fue perseguida por la policía, ya que la semana pasada fueron a su casa para confirmar que no había salido del país.
En diálogo con la 750, la comerciante de 59 años contó el calvario que aún sufre tras protestar en el Congreso.
"Entre las 10.15 y 10.30 de la noche me tocaron timbre en mi casa. Yo vivo en Capital Federal y llamaron a una vecina preguntando si yo vivía acá, y le dijo que sí", relató.
"Me tocaron el timbre, me dijeron que saliera con una identificación y salí con el DNI. Había un policía con uniforme y otro muchacho de civil, que me dijo que lo llamaron de urgencia porque estaba en su franco para que viniera a mi casa a ver si me había ido de viaje. La verdad que me pareció todo tan insólito y tan feo. Y me agarró mucho miedo", expresó.
"Me asusté mucho, me hizo acordar a años anteriores de Argentina. Soy una señora de 59 años que estas cosas me asustan y me sorprenden", lamentó.
"Soy una simple comerciante gastronómica que les dije a mis empleados que iba a ir un rato al Congreso, porque tenía que trabajar a la noche. Pero en ese rato pasó que en 15 minutos me llevaron presa, y ese rato fueron tres días porque estuve en el penal de Ezeiza", indicó.
En esa línea, agregó: "Estamos pasando un gobierno democrático, pero muy parecido a la dictadura, porque esto no es normal".
"Me desnudaron, me revisaron, me pusieron sellos y me pusieron en una celda con presas comunes. Tuve un buen recibimiento por las chicas, pero, ¿y si no hubiese sido así? Esto lo tuve que pasar en plena democracia", dijo
"No me manifiesto nunca más. Me curó de espanto. Esta no es la libertad de la que el señor presidente habla. Psicológicamente estoy muy mal, no puedo volver a la normalidad", cerró.