En la misma semana que el Banco Central resolvió elevar la tasa de interés de las Lebac a un exorbitante 28,75 por ciento anual, la autoridad monetaria dispuso ponerle punto final a la línea de créditos para inversión productiva, que beneficia fundamentalmente a pymes con financiamiento a una tasa del 17 por ciento anual, para su uso en inversión productiva o como capital de trabajo. El monto que los principales bancos del sistema estaban obligados a prestar bajo esta línea a los sectores productivos alcanzaba actualmente a los 200 mil millones de pesos (18 por ciento del los depósitos del sector privado en el sistema). Por resolución del Banco Central, dicha obligación descenderá al 16,5 por ciento de los depósitos privados en el mes de enero de 2018, y a partir de allí irá descendiendo 1,5 puntos por mes hasta llegar a nivel cero (desaparece la obligación de prestar en dicha línea) en diciembre del mismo año. Para las pymes, significará “la pérdida de financiamiento para la actividad productiva, porque nadie va a poder acceder a un crédito pagando 35 ó 40 por ciento de interés”. Para los bancos, representará una ganancia extraordinaria: tal cual admitieron fuentes del propio sector, dejarán de prestar al 17 por ciento a la producción, para poder colocar los mismos fondos al 28 por ciento en Lebac. En los montos actuales, significa una transferencia a su favor de 22 mil millones de pesos anuales.
La línea de créditos para inversión productiva fue puesta en vigencia en 2012 por el Banco Central, cuando la entidad era presidida por Mercedes Marcó del Pont. Ayer, al ser consultada por PáginaI12, la entonces titular opinó que “el Banco Central está abandonando su compromiso con el crecimiento económico y el empleo, dejando de lado una medida que funcionó bien, permitió financiar inversiones del sector pyme, aumentar la producción para el mercado interno a tasa razonable, con la que nadie pierde. Porque no es cierto que los bancos subsidian la tasa cobrando un 17 por ciento. Hay que repasar cuál es el costo del fondeo, porque del monto total de depósitos del sector privado, el 52 por ciento no tienen retribución al depositante, son a tasa cero, porque son los depósitos en cajas de ahorro y cuentas corrientes. Solamente el resto, el 48 por ciento, son plazos fijos (con un rendimiento apenas por arriba del 20 por ciento)”.
“Podrán argumentar que ganan menos que si pudieran usar el dinero en otras alternativas, como el rendimiento que les da el Banco Central por las Lebac (28,75 por ciento a partir de esta semana), pero no que es una línea de crédito compulsiva cuya consecuencia era la postración del sistema financiero, como dijo Federico Sturzenegger”, argumentó Marcó del Pont. “Es la presión de los sectores poderosos del sistema la que define la política, que le venían reclamando al presidente del BCRA que les quitara este cupo, que los obligaba a usar su capacidad prestable en créditos productivos, que les rendían 10 puntos menos que haciendo la bicicleta con las Lebac: a confesión de parte, relevo de pruebas”.
La Confederación General Económica de la República Argentina (CGE-RA) cuestionó la eliminación de la línea de créditos para la inversión y también la suba de las tasas de las Lebac, que operan como piso para las tasas activas (de préstamos) de todo el sistema. Marcelo Fernández, titular de la entidad, señaló a PáginaI12 que “es parte de un plan de reducción de herramientas de crédito para pymes, ya que con el argumento que se ajusta el gasto eliminan partidas financieras que en nuestro criterio son inversión”. Consideró que “era muy necesaria esta línea para un sector que, de otra manera, no podrá acceder al crédito, y va a contramano de un discurso oficial que dice promover la inversión”. Por otra parte, subrayó que la suba de tasas de las Lebac elevará “todas las tasas activas por arriba del 30 por ciento, y a esos niveles, ¿quién va a poder pedir un crédito? ¿No dicen que la inflación va a estar en 2018 en el 12 por ciento?”.