El clima social en Villa Constitución se torna enrarecido desde que su industria mayor, la siderúrgica Acindar, exhibe señales preocupantes como el desplome de producción ante la retracción de la demanda. El grupo Arcelor Mittal, que controla la planta villense, le comunicó a la Unión Obrera Metalúrgica que decidió estirar la parada actual de tres semanas en junio y permanecerá cerrada por más tiempo, entre 120 y 135 días de lo que resta del año. El gremio sostiene que la empresa aprovecha el contexto de crisis para apretar en la negociación paritaria sin solución desde diciembre y que hoy tiene una instancia clave. Unos 3000 trabajadores, entre obreros, contratados, administrativos y talleres satélites, sienten que su empleo está en riesgo. 

La multinacional que opera la gigantesca acería villense comunicó a la seccional local de la UOM que extinguirá la actividad fabril entre 4 meses y 4 meses y medio hasta fin de año. Viene de paradas anteriores, aunque de mucha menor duración, entre marzo y abril, y la vigente, de 3 semanas en junio. Pero esta prolongación de la medida agravó el panorama ya turbio con suspensiones de personal en algunos sectores y retiros voluntarios abiertos. 

Para esta tarde está prevista una reunión de la paritaria que arrancó en diciembre pasado, entre la UOM y la Cámara Argentina del Acero, en la que tallan Acindar y Terniumlas siderúrgicas de la región.

El anuncio patronal no tomó por sorpresa al gremio. Acindar tenía semanas atrás una proyección para producir solo 620.000 toneladas de acero, algo que en realidad se logra en solo seis meses de trabajo. Su producción anual en promedio histórico ronda 1,2 millón de toneladas. "Después, no hay más ventas, no hay más producción, nada", se alarmó Silvio Acosta, delegado de la comisión interna de UOM en Acindar.

En esta situación, el personal suspendido pasará a cobrar 83% del sueldo neto ahora, 80% en el sueldo de agosto, y 75% desde setiembre hasta fin de año, a excepción de los períodos en los que la planta reabra.

El titular de la UOM Villa Constitución, Pablo González, le dijo al diario nicoleño El Norte: "Nos plantearon un esquema de trabajo de dos meses para los próximos seis. Hace veinte años que trabajo en la fábrica y nunca hubo un nivel tan bajo de producción. Por como vienen las cosas, creo que tenemos que prepararnos para un conflicto como el de 1991", advirtió. Y reflejó el clima social que vive la ciudad por estos días: "Vamos camino a repetir la historia. Perdimos la batalla cultural: hay mucha gente que está más enojada con el sindicato porque no cedemos en la paritaria, que con la empresa o con el gobierno nacional. En Acindar y entre los contratistas, la mayoría votó a Milei y lo siguen bancando. Dicen que lo que nos pasa es culpa de los desmanejos del gobierno anterior", despreció González.

Acindar emplea de manera directa a 1.100 operarios, más otro tanto fuera de convenio UOM, y unos 500 contratados. Además, alrededor funcionan unos 40 talleres metalúrgicos que dependen de lo que produce la acería. Ese núcleo industrial sostiene de manera determinante la vida en Villa Constitución. 

Como marco, la actividad de la industria siderúrgica hoy es 57,4% menor a la del año pasado para esta misma fecha. El freno de mano que el gobierno nacional le aplicó a la obra pública impactó de lleno en esta rama fabril.

También en la industria metalúrgica, que exhibe una contracción de -27,7% anual, según el informe que la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) presentó ayer. Aquí, la paralización de obra pública incidió también, pero además afecta la menor demanda de bienes de consumo y de inversión, y la baja de la construcción en general. Los sub rubros que más se cayeron son Aparatos de uso doméstico (-41%), Carrocerías y remolques (-32%), Maquinaria agropecuaria (-36%), Equipos y aparatos eléctricos (-28%).

Las cifras negativas aquí son peores incluso que los de la crisis de 2009 y el parate forzoso que impuso la pandemia en 2020.