La capacidad instalada en uso de la industria trepó en septiembre 2,4 por ciento interanual y llegó al 66,3 por ciento, aunque permanece 7,3 puntos por debajo del mismo de 2005, según informó ayer el Indec. Con respecto al mes pasado, mejor marca del año, la caída fue de un punto. 

Los bloques sectoriales que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al promedio general fueron refinación del petróleo (85,7 por ciento), papel y cartón (82,5), industrias metálicas básicas (81), productos del tabaco (77,3), productos minerales no metálicos (74,7) y productos textiles (68,3 por ciento), mientras que los bloques sectoriales que se ubicaron por debajo del nivel general de la industria fueron sustancias y productos químicos (64 por ciento), productos alimenticios y bebidas (63,8), edición e impresión (63), la industria automotriz (57,1), productos de caucho y plástico (56,9) y la metalmecánica excepto automotores (54,7 por ciento).  

El bloque de alimentos y bebidas presentó un nivel de utilización de la capacidad instalada de 63,8 por ciento, 1,9 punto menor al registrado en el mismo mes del año anterior. Esta evolución responde a los menores niveles de producción interanual de bebidas, molienda de cereales y oleaginosas e industria láctea debido a la baja del consumo. Si la comparación se realiza con septiembre de 2015 el derrumbe llega a los 13,1 puntos. 

Otro de los bloques que retrocedieron fue sustancias y productos químicos que en un año cayó de 68,5 a 64 por ciento. La elaboración de químicos se vio afectada por la importante caída en la producción de biodiésel como consecuencia de la disminución de las exportaciones a Estados Unidos, principal plaza externa para el biodiésel argentino. Además, en el mes de septiembre varias empresas químicas realizaron paradas de planta, algunas para mantenimiento y otras paradas no programadas como consecuencia de imprevistos que afectaron ciertas líneas de producción. En este caso, la comparación con septiembre de 2015 muestra un retroceso de 13,1 puntos.

La contracara son las industrias metálicas básicas que treparon de 65,3 a 81 por ciento de su capacidad instalada en uso, fundamentalmente por la reactivación de la industria de la construcción.