Luego de que algunos de los bloques aliados al oficialismo anticiparan que no apoyarán los cambios que el oficialismo quiere volver a introducir en la Ley Bases, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que el Gobierno no quedará muy conforme con lo que se votará en la Cámara de Diputados.

“Seguramente va a haber alguna cosa con la que nosotros no nos quedemos muy conformes, hubiéramos querido más, pero probablemente el Congreso fije algún límite que todavía no tenemos muy en claro cómo va a ser”, reconoció el jefe de los ministros y principal negociador de la administración de La Libertad Avanza (LLA).

El contrapunto entre los aliados lo inició el bloque de Hacemos Coalición Federal (HCF) y le siguieron algunos otros. El diputado líder de ese espacio, Miguel Pichetto, anticipó que no votará a favor de las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino ni de los medios estatales.

A través de un insólito vericueto interpretativo, el oficialismo intentó reponer esas empresas que el Senado dejó afuera del listado de empresas estatales a vender.

Los argumentos que esbozaron varios diputados mileístas contradicen el funcionamiento bicameral del Congreso y lo que establece la Constitución. Ante esta situación, la voz de HCF se hizo oír: se vota lo que vino del Senado.

La desazón de Francos no tardó en expresarse pero sin darse por vencido: "Los bloques están trabajando en apoyar la ley” pero “hay algunas discusiones pendientes", dijo.

Reconoció que uno de los temas en los que no hay acuerdos es en la privatización Aerolíneas. "No digo que preste un servicio malo sino muy costoso para el Estado Argentino", insistió.

Francos no cortó los puentes con los aliados. "Hemos tenido un diálogo fructífero, serio, en el que hemos podido acordar en algunas posiciones y disentir en otras –dijo-. Uno no puede pensar que tiene la razón en todo porque hay algunos que tienen la razón en otras. La política es la gestión de las diferencias".

"Estoy satisfecho en lo que hemos hecho como Gobierno en nuestra relación con el Parlamento", enfatizó. Pero el dialoguismo y las buenas formas se le terminaron cuando se refirió al bloque de Unión por la Patria (UxP). Dijo que hay "una especie de obsesión en el kirchnerismo que no pueden aceptar que casi una posición política unipersonal los haya derrotado en una elección".

"No pueden entender que la mayoría del pueblo estaba en contra de una política que ha hecho mucho daño", criticó.

Por otra parte, el jefe de Gabinete insistió en la necesidad de sancionar la Ley Bases al revelar que el articulado correspondiente a la desregulación energética y minera son claves al tiempo que destacó el RIGI al que calificó como "un régimen de incentivo para grandes inversores".

"La Argentina es un país con importantes recursos naturales y humanos, pero no es un país confiable. Alguien que viene a invertir demanda seguridad jurídica. El RIGI protege esas inversiones con una serie de normales que no puedan violarse y les da algunas ventajas tributarias", concluyó.