El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) presentó los primeros lineamientos de la modificación al Código Urbanístico (CUR) que impulsará en la Legislatura porteña. Fue en un encuentro virtual del Foro Participativo Permanente del Plan Urbano Ambiental (PUA), en el que los funcionarios aseguraron que los "ajustes" buscarán fomentar un "equilibrio urbano" entre "patrimonio" e "incentivos" a la construcción, aunque todavía no se conoce el articulado que tendrá el proyecto de ley. Las agrupaciones vecinales aseguran que no se cumplieron todas las instancias de participación y reclaman que se suspendan los permisos de obra para frenar el avance inmobiliario hasta que se apruebe la modificación del CUR.
"Ajustes". Esa fue la palabra con la que calificaron los funcionarios a los cambios impulsados por el Ejecutivo, que todavía no ingresaron formalmente a la Legislatura. La presentación virtual se llevó a cabo este lunes por la tarde, y allí se dejó en claro que los "ajustes" no implican una "reforma" del Código, sino que buscan "profundizar sus lineamientos generales". Es que la propia ley de creación del CUR, que en 2018 reemplazó al antiguo Código de Planeamiento Urbano (CPU), establece que la norma debe ser reevaluada cada cuatro años en función del PUA. El CUR de 2018 ya sufrió "ajustes" en 2020 y 2022, todo en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, y ahora recibirá una nueva modificación.
Más allá de esas cuestiones técnicas, lo cierto es que el reclamo por una reforma del CUR lo vienen sosteniendo diversas organizaciones barriales desde su aprobación en 2018. Las denuncias por el avance inmobiliario que posibilitó la nueva normativa, al elevar alturas y capacidades constructivas permitidas en barrios históricamente residenciales, llegaron a transformarse en más de diez proyectos de ley particulares, realizados por vecinos y vecinas, para modificar el Código en sus barrios. El reclamo fue tan fuerte que se metió en la campaña electoral del año pasado y el propio Jorge Macri prometió encarar los cambios en el Código para este año.
Ya en su discurso de asunción de diciembre del año pasado, el ahora jefe de Gobierno dijo que el CUR "cambió de forma notable la identidad y el perfil de muchos barrios", por lo que ratificó que impulsaría su modificación. Aunque los funcionarios no ahondaron en mayores detalles, la presentación de los "ajustes" en el foro constituyó un primer paso en ese sentido. Lo siguiente es que el proyecto propiamente dicho ingrese de forma oficial a la Legislatura, donde debería comenzar a tratarse en la Comisión de Planeamiento Urbano.
En la presentación de los lineamientos generales de este lunes, los funcionarios de Desarrollo Urbano señalaron que los "ajustes" buscan un "equilibrio urbano", "fomentan la protección del patrimonio" e "incorporan el concepto de incentivo". La presentación indica que el proyecto de ley diferenciará la "identidad de los barrios" de la de los "corredores urbanos". En este sentido, precisa que al interior de los barrios se realizarán "ajustes de alturas" para "priorizar las escalas barriales" y "cuidar las zonas de baja densidad". Esto, aseguran, permitirá evitar "grandes saltos de altura" entre los barrios y los corredores.
La presentación incluyó una serie de ejemplos concretos sobre zonas o manzanas donde se aplicarían los cambios, pero no profundizó en los detalles técnicos sobre el modo en que las modificaciones se concretarán en el texto final a debatir en la Legislatura ni en qué zonas de la ciudad se enfocarán los cambios. En una reunión previa del foro, realizada en noviembre del año pasado, sí se había indicado que se centraría en quince barrios porteños: Saavedra, Coghlan, Colegiales, Villa Ortúzar, Chacarita, Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita, Boedo, Núñez, Palermo, Villa Crespo, Balvanera, Almagro y San Cristóbal.
En cuanto a los "incentivos", la presentación precisó que se generará un sistema "que promocione el desarrollo del sur" pero no indicó de qué modo se generará ese incentivo. La decisión de "fomentar" el desarrollo en la zona sur parte del diagnostico del GCBA de que la zona norte ya se encuentra con un "mercado inmobiliario saturado", mientras que el sur tiene "espacio libre y vacante, grandes terrenos disponibles y menos oferta inmobiliaria". Sobre la protección patrimonial, la presentación sólo indicó que el GCBA impulsará la catalogación preventiva de 4.209 inmuebles.
La propia exposición virtual del proyecto incluyó reclamos de los y las vecinas que pudieron participar. En primer lugar, denunciaron que la reunión tuvo un cupo máximo de 300 participantes, por lo que muchas personas que se habían anotado no pudieron ingresar. Según pudo saber este diario, desde el GCBA se comprometieron a generar otra instancia para que puedan entrar.
También durante la reunión las agrupaciones barriales volvieron a reclamar que se suspendan preventivamente los permisos de obra. Es que la aprobación de la modificación del CUR requiere de un tratamiento de doble lectura, con audiencia pública de por medio, un trámite que puede llegar a demorar varios meses. Las organizaciones sostienen que, mientras tanto, las construcciones siguen avanzando en los barrios, por lo que piden que no se otorguen más permisos al menos hasta que se aprueben los posibles límites en el CUR.
Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), por su parte, advirtieron que la reunión de este lunes se realizó "sin ningún informe o dictamen o conclusión de la etapa de monitoreo", "sin mayor explicación" sobre los "ajustes" y sin que los vecinos y vecinas pudieran acceder al proyecto de ley que llegará a la Legislatura. También sostuvieron que las instancias de discusión previas "fueron reuniones con vecinos y con asociaciones de manera informal y no a través de convocatorias abiertas e institucionalizadas".