Ashley Piccirilli, a sus 31 años, enfrentó una experiencia aterradora cuando una montaña de tierra la enterró durante más de media hora. Este estremecedor episodio ocurrió en 2021, en Massachusetts, mientras trabajaba en una obra. Su vida corrió grave peligro, y hace pocas semanas, relató cómo logró sobrevivir a esta situación extrema.
Ashley había comenzado su nuevo trabajo hacía menos de una semana. Estaba en una zanja cuando un compañero le advirtió que una de las paredes de tierra se estaba desmoronando. No tuvo tiempo para reaccionar y quedó sepultada bajo una enorme cantidad de tierra. "Respiré muy, muy poco. No podía respirar profundamente porque no había espacio para que mis pulmones se expandieran", relató Ashley.
Sus compañeros de trabajo, desesperados, usaron una excavadora para intentar rescatarla. Sin embargo, el trabajo llevó más de media hora. El impacto le fracturó todas las costillas del lado izquierdo, le rompió la clavícula y le colapsó un pulmón. Pero lo más alarmante era una hemorragia interna significativa. Los médicos descubrieron que la vena cava, una de las principales venas que lleva sangre al corazón, había sido gravemente herida.
A pesar del horror de la situación, Ashley mantuvo la calma y controló su respiración para conservar el oxígeno. "Al principio, me sentí como cuando un amigo te da un abrazo de oso y es un poco incómodo. Entonces pensé: saben dónde estoy y vienen a buscarme, así que me quedé tranquila durante todo el proceso", narró.
Una vez rescatada, fue trasladada de urgencia al Baystate Medical Center. Aunque no recuerda claramente su llegada al hospital, sabía que estaba perdiendo mucha sangre. "Lucharon mucho para sacarme de allí. Tuve una hemorragia interna. No recuerdo haber llegado allí, pero recuerdo que me llevaron directamente al quirófano", compartió Ashley.
"Su corazón se detuvo..."
El pronóstico era grave. El equipo médico solicitó asistencia adicional debido a la gravedad de sus heridas y la cantidad de sangre que estaba perdiendo. Kristina Kramer, la cirujana de trauma, explicó: "Estaba desangrándose cuando llegó. Estaba muy claro que necesitaba cirugía de inmediato. Estaba sangrando tanto que cuando encontramos el lugar (por donde) sangraba, pudimos escucharlo. Se llama 'sangrado audible'. Por eso pedimos ayuda adicional". Durante su primera cirugía, Ashley sufrió un paro cardíaco, pero fue reanimada rápidamente. "Su corazón se detuvo, pero pudimos reiniciarlo muy rápidamente después de abrir su pecho", contó la doctora Kramer.
A pesar de la gravedad de la situación, Ashley logró recuperarse después de 30 días de tratamiento intensivo en el hospital. Luego, regresó a casa con un catéter para recibir antibióticos y una aspiradora para ayudar a sanar sus heridas.
En el momento de su accidente, Ashley acababa de graduarse de la escuela de candidatura a suboficial de la Guardia Nacional del Ejército y había aceptado el trabajo de construcción para adquirir habilidades adicionales mientras aplicaba a la escuela de vuelo de la milicia. Su excelente estado físico jugó un papel crucial en su supervivencia. Ella atribuye a su entrenamiento militar el haber mantenido la calma y el enfoque durante toda la prueba.