“Somos una comunidad que siempre está en emergencia, y esa propia emergencia te lleva a hacer constantemente” afirma Gael Inés, una de las patas de editorial Mutanta, un proyecto cultural y político que surgió de la amistad de un grupo de poetas. En diálogo con Buenos Aires/12 a raíz de su noveno aniversario, definen la editorial como una plataforma para poder impulsar voces periféricas que se mueven por fuera de los cánones que exige el mainstream literario. "Nos sirivió de motor para empujar y sobrellevar la existencia", afirman.
Son Nora Fiñuken, Gael Inés y Natalia Iñiguez. Lxs tres, originarixs del conurbano y del interior de la provincia. Hoy en día viven en Santos Lugares, Podestá y Ramos Mejía. “A la editorial la pensamos desde el conurbano y también porque como poetas íbamos mucho a capital. Estábamos cansadxs. Además casi todas las editoriales que conocíamos en ese momento, 2015, operaban en Caba. Hacían sus eventos allá", afirma Natalia.
Gael aporta que una parte de la historia tiene que ver con lo afectivo: “nos fuimos conociendo en ferias. Natalia pertenecía a "Humo Suburbano" y también tenía un taller de fanzines en una biblioteca popular de Martín Coronado. Realizaban un festival llamado "V de Vagina", que fue uno de los primeros festivales transfeministas que surgieron en zona oeste".
“Mientras que yo en el 2011 empecé con "Inés Púrpura", gracias a nuestro amigo en común con Natalia que es Ioshua, o que fue", recuerdan al poeta, dibujante y activista LGBT del conurbano que falleció el 25 de junio de 2015. "El duelo de una amistad nos unió, y la forma que encontramos de duelar a un amigo fue haciendo.” afirma. Este año cumplen 9 años de pura autogestión y deseo.
Cuentan con tres colecciones de poesía contemporánea. La colección Olescul son fanzines de autores que trabajan en conjunto con algún artista visual. Suelen conectar a la pareja creativa y ver qué sale de ese encuentro y búsqueda. Hay cianotipos, acuarelas, collages. También cuentan con la colección Antologías, dónde está el split de Inés Púrpura y Ioshua “por el barrio la placita” y la colección Hybris, que son libros más extensos.
“En marzo presentamos "No silbes en la oscuridad" de Melisa Papillo que cuenta con una fotografía de portada de Natalia Leiderman. Un poemario que transita la adolescencia y sus misterios, el amor y desamor, el mundo adulto a punto de asomarse a romper el encanto. Nos pone felices contar con Melisa poeta, docente y traductora. La admiramos mucho a ella y su recorrido", afirma Natalia.
Próximamente verá la luz “Mi nombre grabado en el reverso” de Eva Peña de Río Negro. Un poemario en clave epistolar que atraviesa toda la frescura, los miedos y el vértigo del primer amor. “Buscamos editar a personas que atraviesan desde una enfermedad crónica, el ser migrantes o tener una identidad trans, hasta ser mujeres con toda la historicidad del movimiento latinoamericano, o personas que son artesanas o docente", afirma Gael.
Y agrega: "como editorxs no tenemos el privilegio de tener un empleo que sea bien pago y que nos permita vivir de esto y producir. Entonces lo que nos queda, creo, es robarle el tiempo a este sistema macabro que es el capitalismo y la sobreexplotación y sobreproducción. La poesía es todo lo que no. Y me parece que la poesía es eso que te da un espacio de fuga".
Natalia completa “la poesía es un lenguaje que sirve para de alguna forma explicar el mundo. Cada poeta tiene una relación con esa producción que es única. Ser parte del proceso de producción y de ese paisaje que armó la poeta me parece fascinante. Lo que busco como editora es lograr que ese paisaje pueda ser visitado por otras personas. Como editoras, queremos que ciertas cosas existan en el mundo y eso es lo que pasa, incluso físicamente".
Hoy en día Mutanta decide publicar en papel para ocupar espacio y poblar el mundo con palabras traídas desde lo incómodo del margen. Cerca de cumplir la década, dicen que aprendieron mucho sobre trabajar en conjunto. “No es fácil sostener un proyecto así, porque ninguna de las tres, ni Gael, ni Nora, ni yo vivimos de la editorial. Es un proyecto que se sostiene solo por suerte, que ya es un montón, pero nosotras tenemos nuestros trabajos. Yo soy docente, Nora también y Gael trabaja como administrativo en un hospital público, o sea trabajamos ocho horas, yo también soy madre, tenemos que sostener nuestras vidas con la editorial, porque la editorial no nos sostiene", afirma Natalia.
Mutanta se ha expandido en los últimos años al igual que la escena poética. Ahora hay muchas más ferias, ciclos de lecturas, subsidios. “Las redes sociales nos conectan con el día a día, con el trabajo y las novedades editoriales. Tenemos la suerte de estar conectadas con otros proyectos con los cuales venimos construyendo y debatiendo nuestro quehacer.” agregan. “Por supuesto que la coyuntura política y los vaivenes económicos siempre nos atraviesan, por lo que entendemos que el presente es de mucha creatividad y resistencia".
"Al menos desde y con los sellos que nos vinculamos y que nos gusta compartir. Nunca desde un sentir competitivo y mercantilista sino desde la afinidad, la creatividad y la potencia de nuestros lazos", concluye Natalia. Los libros, fanzines y plaquetas de Editorial Mutanta pueden obtenerse a través de su web oficial, o de sus redes sociales.