La Corte Suprema israelí determinó este martes por unanimidad el fin de la exención militar para los ultraortodoxos, una medida que polariza a la sociedad israelí y complica al gobierno de Benjamin Netanyahu. Los dos partidos ultraortodoxos de la coalición que gobierna el país se oponen firmemente al reclutamiento de estudiantes y amenazan con abandonarla si la medida entra en vigor. El máximo tribunal se pronunció sobre este tema sensible cuando el Ejército israelí está en guerra con Hamas en Gaza desde hace más de ocho meses y teme que se abra un nuevo frente en la frontera con el Líbano.
63 mil jóvenes ultraortodoxos, en la mira
"En medio de una guerra agotadora, la carga de la desigualdad es más dura que nunca y exige una solución", afirmó el presidente de la Corte, Uzi Vogelman, al anunciar el fallo, a raíz de un recurso presentado en febrero por el Movimiento para un Gobierno de Calidad, un grupo civil progresista, y asociaciones de reservistas y exmilitares.
El máximo tribunal israelí decidió que "no existe base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento" y que si no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos, como ocurre en la actualidad.
La exención militar para los judíos ultraortodoxos que estudian a tiempo completo en las yeshivás (escuelas talmúdicas) no es una ley sino una disposición ejecutiva que se prolonga periódicamente desde el nacimiento del Estado de Israel, aunque hay varias sentencias judiciales que indican que viola el principio de igualdad de la ley básica israelí.
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, ordenó este martes a la cúpula militar del país que reclute "inmediatamente" a tres mil judíos ultraortodoxos. En una carta al asesor legal del Ejército, recogida por la prensa israelí, la oficina de Baharav-Miara explicó que las autoridades deben actuar de forma inmediata para implementar la decisión de la justicia.
La carta, dirigida también a los ministerios de Finanzas y Educación, recuerda que la decisión de la Corte impide transferir fondos a las escuelas talmúdicas cuyos estudiantes no realicen el servicio militar obligatorio. Se estima que hay unos 63 mil jóvenes ultraortodoxos en edad militar que estarían obligados a servir en el Ejército tras la nueva orden judicial, aunque las fuerzas armadas israelíes ya avisaron que para el año 2024 solo podrían reclutar a tres mil.
Los judíos ultraortodoxos tienen requisitos especiales en áreas como la dieta o la convivencia con mujeres, y el Ejército tendría que acomodar a los nuevos reclutas en batallones especiales. Ni Netanyahu ni el gobierno se pronunciaron formalmente pero sí lo hizo su partido, el Likud, que sugirió intereses políticos detrás del fallo del Supremo, que "durante 76 años se abstuvo de forzar el reclutamiento de estudiantes de yeshivás".
Divisiones en la coalición de gobierno
Los dos partidos ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido de la Torá (JUT), se oponen al reclutamiento de los jóvenes estudiosos de la Torá y amenazan con abandonar la actual coalición de gobierno si la medida entra en vigor, poniendo en peligro su supervivencia ya que aportan 18 escaños. En tono desafiante el líder de Shas y estrecho aliado del primer ministro, Aryeh Deri, dijo que "no hay poder en el mundo que impida al pueblo de Israel estudiar la Torá, y cualquiera que lo intentó en el pasado fracasó estrepitosamente".
El líder de JUT y ministro de Vivienda, Yitzhak Goldknopf, calificó la decisión de "esperada y desafortunada" y recordó que el Estado de Israel nació como "un hogar para el pueblo judío, con la Torá como piedra angular". "Nunca ha habido un fallo del Supremo a favor de los estudiantes de la yeshivá y en interés de los ultraortodoxos. No hay un solo juez que entienda el valor del estudio de la Torá y su contribución al pueblo de Israel", afirmó el co-líder de JUT, el rabino y diputado Moshe Gafni.
A principios de abril expiró una norma temporal de la exención y desde entonces numerosos grupos de la sociedad civil y políticos, también dentro del gobierno, exigieron terminar con los privilegios de los ultraortodoxos, alrededor del 13 por ciento de la sociedad israelí. La Corte inició las audiencias en junio a partir de una petición de varios grupos civiles. El Ejecutivo estuvo representado por un abogado privado, ya que la fiscal general, Gali Baharav-Miara, se opone a la exención militar.
Luego de la movilización masiva de unos 300 mil reservistas para la guerra en Gaza, que ya dura casi nueve meses y en la que murieron más de 300 soldados, muchos israelíes reclaman a Netanyahu que todos los jóvenes en Israel cumplan con su deber militar. El primer ministro visitó este martes a los reservistas apostados en el norte del país, donde el Ejército mantiene un intercambio de fuego constante con la milicia chiita libanesa Hezbolá.
La Knesset, el Parlamento israelí, aprobó en las últimas horas un proyecto de ley que aumenta la edad de jubilación de los reservistas con el objetivo de garantizar que el Ejército tenga suficiente personal en Gaza y en la frontera con el Líbano. La propuesta, respaldada por el ministerio de Defensa, exige extender una medida temporal que aumenta la edad de reclutamiento de soldados en la reserva de 40 a 41 años para los soldados y de 45 a 46 años para los oficiales durante varios meses adicionales.