El fiscal rosarino Mariano Ríos Artacho presentó ayer su renuncia al cargo dentro de la unidad de Delitos Económicos del Ministerio Público de la Acusación. El funcionario se había reincorporado el martes de la semana pasada a sus funciones luego de haber estado suspendido por dos meses por decisión de la Legislatura santafesina, tras la entrega irregular de un auto que ordenó secuestrar en un procedimiento que fue hallado en manos de un comisario. Este uniformado terminó preso por un caso de acoso sexual a una cadeta policial. A su vez, el auto que era propiedad de Ríos Artacho terminó en manos del policía narco Juan Raffo, hoy prófugo de la justicia. El fiscal alegó una situación personal para dejar su cargo. La medida entrará en vigencia el próximo lunes. También asoma en el horizonte otra causa que iba a llenarlo de problemas al renunciado: se trata de su intervención para conceder una probation al ex titular de la AFIP de Santa Fe, Carlos Vaudagna, favorecido con esa medida en un hecho derivado de la investigación por estafas que la Fiscalía de Delitos Económicos de Rosario sigue a directivos de la agroexportadora Vicentin, según publicó el portal de noticias Letra P, con la firma de Hernán Lascano.
Vaudagna había sido imputado por un caso de falsedad ideológica. Los fiscales actuantes advirtieron que el jefe provincial de la AFIP había aceptado que eran suyos 200 mil dólares hallados en una caja de seguridad de Gastón Scarel, hijo de Omar Scarel, presidente del directorio de Vicentin. Vaudagna afirmó que ese dinero era suyo y que lo había dejado como parte de una operación con una inmobiliaria. La franquicia de esa inmobiliaria, que es Remax, la tenía el hijo de Scarel. En base a la aceptación del funcionario se llegó a un acuerdo por el cual Vaudagna pagó una multa de un millón de pesos para lograr el cese de la acción penal en su contra más una serie de reglas de conducta. Mariano Ríos fue quien suscribió por el MPA la probation concedida a Vaudagna, que estaba imputado por falsedad de una escritura.
La renuncia de Ríos Artacho no debería sorprender porque quien ahora ocupa el cargo de fiscal general ya lo había investigado y cuestionado duramente como auditora: Maria Cecilia Vranicich quien "utilizó las últimas horas de auditora del Ministerio Público de la Acusación para dejar su firma en un expediente que promete polémica y que puede terminar con otro fiscal rosarino echado de su cargo" había escrito Rosario/12 el 5 de junio de 2023.
En ese escrito girado a la Legislatura santafesina para su análisis, Vranicich analizó la conducta del fiscal Ríos Artacho, después de haber entregado irregularmente un auto de alta gama -secuestrado por estafas- al comisario Álvaro Rosales de Villa Constitución, quien terminó preso por acoso sexual ocurrido en la escuela de cadetes policiales. Pero el hecho que suma gravedad, y que amerita una sanción mucho más dura es que un Chevrolet Cruze a nombre del fiscal terminó en manos del ex policía Juan José Raffo -cuyo nombre saltó en la pesquisa del crimen al ex barra de Newell's Nelson "Chivo" Saravia- quien ya cumpliera una condena anterior como parte de la banda de Los Monos.
Rosales compartía los asados de los viernes en el ya legendario galpón de Guatemala 2231 donde se daban cita ex jefes de Drogas y otros capangas policiales, con dudoso prontuario y entre los que se contaba el comisario Daniel Mendoza, quien tenía en el inmueble un colectivo oneroso convertido en casa rodante. En su defensa, Ríos Artacho aseguró que le había vendido el Cruze a Rosales -a quien reconoce como su amigo en la última década- pero el seguro del auto siguió figurando a su nombre. Mención especial es el rol de Rosales, quien figura viajando a Paraguay con Raffo, con motivos que aun son investigados por la Agencia de Criminalidad Organizada que lideraban por entonces Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.
Vranicich, ahora Fiscal General de la provincia, tampoco se anduvo con chiquitas y al pie del expediente de Ríos Artacho, le giró una copia a la fiscal regional rosarina María Eugenia Iribarren con la indicación de que denunciara penalmente al fiscal objetado. Vranicich objeta la conducta de Ríos Artacho desde varios frentes porque "más allá de su vínculo de amistad, el fiscal asesoraba a Álvaro Rosales en forma permanente en cuestiones atinentes a la investigación en su contra, dándole consejos técnico-jurídicos, adelantando la posible estrategia jurídica que llevaría el fiscal adjunto Caterina, incurriendo en valoraciones sobre su desempeño fiscal e incluso llegando a sugerir que se interponga un apartamiento".
Cabe aclarar que la Fiscalía de Santa Fe archivó la causa que se inició contra este fiscal por las irregularidades ocurridas con los dos automóviles. El archivo fue dispuesto sobre finales del año pasado por el fiscal de Delitos Complejos santafesino, Federico Grimberg, que evaluó si su par había cometido algún tipo de delitos a partir de tres hechos. Sin embargo la figura de Ríos Artacho quedó mellada y la Legislatura lo terminó suspendiendo por 60 días, cuyo plazo venció la última semana. Ríos dijo que toda la publicidad de su trámite disciplinario le había supuesto una afectación anímica y que por eso había considerado dejar el cargo.