El Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) publicó un estudio indicando que el 45,2 por ciento de los argentinos opina que expresarse políticamente suele ser motivo para sentirse discriminado. Se trata de una encuesta hecha entre el 19 y el 22 de junio en diversas provincias con entrevistas a 1.747 personas, apuntando a trazar el mapa de los prejuicios y la discriminación en nuestro país.
Los mayores niveles de prejuicio se observaron hacia los inmigrantes latinoamericanos, seguido por el prejuicio hacia personas con discapacidad intelectual y luego hacia las mujeres. Asimismo, los menores niveles de prejuicio se observaron hacia personas homosexuales, seguido por los adultos mayores y las personas con obesidad.
Los participantes del estudio consideraron que “los villeros”, las personas en situación de pobreza y los indígenas son los grupos más discriminados en el contexto argentino.
Estos resultados replican casi con exactitud los obtenidos en un anterior estudio, lo cual demuestra que el prejuicio hacia determinados grupos sociales constituye un problema estructural.
Las conclusiones preocupan
Entre las conclusiones se observó que hay diferencias en casi todos los niveles de prejuicio según el género. Estos resultados coinciden con estudios previos, que demuestran que, en general, los hombres suelen ser más prejuicios que las mujeres.
Con respecto a la edad, los resultados de nuestro estudio indican que fueron los más jóvenes quienes presentaron mayores niveles de prejuicio hacia todos los grupos sociales.
Los participantes del estudio consideran que las personas que viven en villas, las personas en situación de pobreza y los indígenas son los grupos más discriminados en el contexto argentino.
Un 35,3% de los participantes del estudio indicaron que sufrieron algún tipo de discriminación en el último año de los que, casi la mitad (45,2%), señaló que el motivo fue por su ideología o creencias políticas.
El ámbito en el que se experimentó mayor discriminación (23,7%) fueron las redes sociales e internet.
Más de la mitad de los encuestados está de acuerdo con el cierre del INADI. Sin embargo un 60,9% considera que el Estado debe destinar recursos económicos a las víctimas de discriminación.
Del total de participantes, casi 7 de cada 10 está de acuerdo con cobrar a los extranjeros por el uso del Sistema de Salud Público.
La educación
Con respecto al Sistema Educativo público, un 40,8% indica que se deben cobrar todos los niveles, mientras que un 27,9% considera que sólo se debe cobrar el nivel universitario.
En cuanto a los motivos por los cuales se experimentó discriminación, la ideología o las creencias políticas ocupó el primer puesto con el 45,2%, seguido, por lejos, por la edad con 18,8% y alguna condición física o mental, 14,4%. Aún más atrás quedaron el género, 12,4%; religión, 5,7%; color de piel, 1,8%; orientación sexual, 1,1%; y etnia 0,6%.
Al profundizar en el género de las personas que indicaron haber experimentado algún tipo de discriminación, el 57,6% se identificaron como mujeres. “La diferencia en los niveles de discriminación percibida en función del género es una constante en los estudios sobre discriminación y constituye una verdadera problemática. Sistemáticamente, las mujeres reportan haber sido víctimas de discriminación en mayor medida que los hombres”, explicaron en el informe.