"Comedores, merenderos, ollas populares y otros sitios de distribución de alimentos (SDA) se encuentran ante una demanda cada vez mayor de alimentos por parte de sus comunidades, mientras su capacidad de respuesta se ve reducida", dice en sus conclusiones el informe "Situación de comedores, merenderos y ollas populares región La Plata ", recientemente elaborado, que compara datos entre los últimos meses de 2023 y los primeros de este año.
El Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación tuvo a su cargo la coordinación, el diseño y la elaboración del informe, mientras que el trabajo de campo y el análisis nutricional fueron responsabilidad de la Secretaría de Redes en Salud, conjuntamente con residentes de los servicios de nutrición de los hospitales San Martín y Rossi y voluntarios de la Facultad de Ciencias Médicas.
Se trató, finalmente, de un cuestionario de 47 preguntas, algunas de ellas abiertas, estructuradas en torno a los ejes funcionamiento, recursos y financiamiento, alimentos e insumos para cocinar, características físicas y organizativas de los sitios y evaluación general.
El informe se realizó por primera vez en 2018 y se actualizó en 2019 y 2022, siempre con la misma muestra de base, en este caso reducida por el cierre de unos 300 comedores y ollas de la región, por falta de recursos y apoyo.
Para contextualizar, el informe aporta datos del Indec, según los cuales la desocupación en el Gran La Plata saltó de 5,6 por ciento en el último trimestre de 2023 a 8,2 en el primero de 2024, lo que significa 13 mil nuevos desocupados en ese período.
A este fenómeno se suma una gran cantidad de personas empleadas que buscan otro empleo para complementar o mejorar ingresos: son 83 mil y representan el 17,4 de la población económicamente activa, 3 puntos más que a fines del año pasado.
Ni cantidad ni calidad
El documento también da cuenta del crecimiento de la asistencia de niños y adolescentes: si bien aumentó la demanda de alimentos en todas las franjas etarias, el 78 por ciento de los encuestados refiere que la mayor cantidad de asistentes son menores.
No sólo la cantidad sino la calidad de los alimentos es otro eje de discusión. El 70 por ciento de la muestra considera insuficiente la provisión de alimentos frescos como carnes, verduras crudas y fruta, de leche tanto en polvo como fluida y, en menor medida, de “secos” como harina, azúcar y arroz.
"A partir de los datos recabados se infiere que hay un menor aporte de proteínas, vitaminas y minerales; lo cual impacta en el estado nutricional de las personas que asisten a los comedores y merenderos ya que el organismo necesita estos nutrientes para un crecimiento y desarrollo adecuados. El hierro, la vitamina A y el yodo son los micronutrientes más importantes en lo que se refiere a la salud pública a escala mundial (OMS). A nivel nacional se suman las carencias de calcio, vitamina C y vitaminasdel complejo B12".
“El déficit de estos nutrientes pone seriamente en riesgo la salud y el desarrollo de la población, sobre todo de los niños, niñas y las personas gestantes. A su vez, se destaca el bajo aporte de fibra de las preparaciones. Su consumo resulta fundamental para la prevención de enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en nuestro país”, advierte el informe entre sus conclusiones.
La combinación de más niños y menos alimentos y de menor calidad puede derivar, según abundante evidencia científica, en problemas neurológicos y deficiencias cognitivas irreversibles.
Como consecuencia de la falta de asistencia por parte del gobierno nacional, la mitad de los comedores disminuyó la cantidad de días semanales de atención y el 30 disminuyó la cantidad de servicios. Actualmente, lo que más se brinda es merienda (70 por ciento), que suele implicar un esfuerzo comparativamente menor que el almuerzo (60 por ciento).
En la actualidad, los mayores proveedores de mercadería son el Estado provincial (70 por ciento), las propias organizaciones y sus integrantes, a través de actividades solidarias (30 por ciento) y más atrás el Estado municipal. Menos del 10 por ciento asegura haber recibido alguna asistencia alimentaria por parte de Nación.
Los trabajadores y trabajadoras que reciben una retribución por su tarea refieren como recurso principal el Potenciar Trabajo, que el último mes pagó los mismos 78 mil pesos que en noviembre de 2023. Los cambios en este programa tuvieron un fuerte impacto en la estructura de personal que sostiene a los comedores. El 46 por ciento afirmó contar con menos trabajadores que el semestre pasado, el 49 se mantuvo sin cambios y apenas el 5 aumentó su dotación.
El combustible para cocinar también es un problema. Por el alto precio de la garrafa, el 38 por ciento de los comedores comenzó a remplazar el gas envasado por leña, que implica un esfuerzo y una precariedad mayor.
Alrededor del 50 por ciento de los comedores, ollas y merenderos relevados se encuentra concentrado en las localidades de Villa Elvira, Melchor Romero y Los Hornos, mientras que el otro 50 se reparte entre las restantes localidades: Tolosa, Olmos, Gorina, Gonnet, casco urbano, etc. El 41 por ciento del universo asiste a un número de entre 100 y 200 personas cada vez, el 27 abre sus puertas para más de 200 personas y el 32 restante para menos de 100.
El caso Cajade
La obra del Padre Cajade es emblemática para los platenses. Comenzó a poco del retorno de la democracia, y con casi 40 años de historia cuenta con un centro convivencial y cuatro casas de día, repartidas entre Villa Elvira y Los Hornos.
Su presidente, Ezequiel Castro, analizó la situación con Buenos Aires/12: "Nosotros recibíamos mercadería de provincia, con la que cocinábamos a diario y, una vez por mes, un camión enorme de Desarrollo Social, con bolsones que repartíamos en el barrio, así durante años. El último camión vino en noviembre. Estoy casi seguro de que la mercadería que está en Villa Martelli es la de diciembre, que el gobierno anterior no llegó a repartir".
Castro agrega que "por primera vez en 40 años, estamos evaluando comprar leche. Por ahora contamos las cajas que quedan y vemos cuánto tiempo más aguantamos. Nosotros por suerte tenemos otros convenios, pero esos recursos se usaban para otras cosas. Puede que tengamos que salir a comprar leche".
A la vez, afirma que desde la organización detectan que la demanda de alimentos crece y destaca políticas como la Asignación Universal por Hijo que, en 2009, "fue un punto de inflexión". "Bien o mal, desde entonces, los pibes comían, pero ahora hay un retroceso", agrega.
Para Castro, "la otra gran variable de ajuste son los trabajadores sociocomunitarios, cuya figura aún no se reconoce legalmente, por tener el monto del Potenciar congelado durante tantos meses de alta inflación".
Por último, sostiene que "también está el tema del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que funcionaba bien y era muy prolijo, con controles estrictos, casi engorrosos". "Tenemos dos obras, dos ampliaciones de cocinas y baños paradas y no nos dan respuesta; rompimos el baño para volver a hacerlo, y en el medio nos dejaron sin nada. Hay dos espacios inutilizados hace meses, es muy incómodo", detalla.
El marco nacional
En simultáneo con la presentación de este informe, el ministerio de Desarrollo Humano de Nación, que encabeza Sandra Pettovello, apeló ante el Tribunal de Casación la resolución de la Cámara Federal que la obliga a presentar el plan de distribución de los alimentos en depósitos, tal como había dispuesto el juez Sebastián Casanello.
En un nuevo giro de este escándalo, que se desató hace ya un mes, cuando a raíz de un pedido de información pública de un medio periodístico se supo de la existencia de 4 millones de kilos de alimentos almacenados en dos depósitos, ahora el ministerio afirma que las provincias tienen una semana para hacer sus pedidos y que nación entregará a las provincias, evitando así la responsabilidad sobre la distribución y logística.
Una semana atrás, el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, celebró junto al equipo de curas villeros y en Opción por los Pobres (OPP), una misa en la parroquia Caacupé de La Matanza.
Allí, distinguió como abanderadas y "madres de la Patria" a las mujeres que con su tiempo y esfuerzo sostienen los comedores y ollas populares. En esa ocasión, en un duro mensaje para el gobierno, sostuvo que “estamos trabajando para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, para no entregar nuestros barrios al enemigo que se constituye en dueño de nuestras vidas y que va formando un estado dentro de otro estado”.
En esa ocasión, muchas de las abanderadas reconocieron como preocupación central, además de la falta de alimentos, el aumento tanto de la violencia narco como de la influencia criminal en los barrios ante la retirada estatal.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia, Andrés Larroque, también viene advirtiendo sobre la situación en las barriadas bonaerenses y el martes afirmó que el país va "hacia una tragedia en términos sociales". "Eso se palpa día a día en el aumento de la demanda en materia alimentaria".
"Hasta el año pasado la principal preocupación era la inflación pero ahora es la desocupación y una cosa es pelear por la recomposición del salario y otra muy distinta es tratar de recuperar un puesto de empleo cuando el aparato productivo está siendo descuartizado", dijo en una entrevista con Futurock en la que hizo referencia a los números de la desocupación que oficializó el Indec.
El ministerio que conduce Larroque comenzó la semana anunciando un aumento que incrementa un 100 por ciento la inversión en prestaciones sociales destinadas a personas en situación de mayor vulnerabilidad. Serán alcanzados por ese decisión los beneficiarios del Plan Más Vida, destinado a embarazas y madres de niños hasta 6 años que no perciben Asignación Universal por Hijo; el Programa alimentario de acompañamiento para personas con celiaquía; y el Programa alimentario de acompañamiento para personas que viven con VIH.