El fantasma de la familia Rampante - 6 puntos
(Argentina, 2023)
Dirección: Leandro Tolchinsky.
Duración: 74 minutos.
Estreno exclusivamente en Cine Gaumont.
Desde un punto de vista quizás demasiado materialista, el debut como realizador del montajista Leandro Tolchinsky narra la historia de un fracaso. Bajo otro prisma, la de El fantasma de la familia Rampante es la historia de una evolución, una maduración. El propio proyecto documental pudo haber terminado en la nada, según afirma el realizador en las notas de intención entregadas a la prensa: “Es una película que empecé en 2011, recién graduado de la carrera de cine. El inicio del rodaje fue muy improvisado y no tenía claro de qué iba a tratar. Volví a grabar en el 2013 y en el 2015, pero sin certezas sobre qué iba a hacer con ese material”.
A todas luces, sí, El fantasma de la familia Rampante tiene una intención irrefutable: registrar los pasos del grupo de varieté El Escuadrón Volante, cuyas obras teatrales bañadas en humor absurdo Niños mal y La tragedia de la familia Rampante, marcadas por un proceso de producción autogestionado y la más absoluta independencia artística, tuvieron un paso por diversos espacios under hace varios lustros.
Las imágenes de archivo de esas puestas, grabadas con cámaras de video en baja definición, contrastan con las registradas por Tolchinsky hace poco más de una década. También se diferencian el disparate explorado en el proscenio, elefante de felpa verde incluido, con las conversaciones de los miembros del colectivo y un elemento hasta ese momento extraño a la célula: un director de teatro profesional.
La película parte de un presente en el cual los integrantes del escuadrón deciden, por primera vez en su historia, contar con una figura de poder debajo del escenario, aunque sin ceder por completo la libertad con la cual suelen trabajar.
El proyecto elegido es una adaptación muy poco fiel de le célebre obra de Alfred Jarry Ubú Rey. Colocada de manera ubicua, como si se tratara de una mosca en la pared, la cámara sigue las conversaciones y discusiones de unos y otros, volviendo al pasado y regresando al presente para pensar el futuro.
Allí aparece el “fantasma” del título, el de la familia Rampante, siguiendo la definición del dramaturgo y director Alejandro Schiappacasse. Es decir, la carga de una forma de entender la dinámica del grupo, un concepto que se quiere dejar atrás pero insiste en regresar con fuerza. En cierto momento, luego de muchos meses de ensayos y escritura, los roces y choques creativos tienen un punto de no retorno, y la película seguirá el desarrollo ulterior de la obra –finalmente ejecutada por fuera del ámbito del Escuadrón– y el del grupo de actores, atravesado por el paso de las tablas al medio audiovisual. El de Tolchinsky es un documental que resulta de especial interés para aquellos espectadores interesados en las peripecias del teatro independiente local, pero así también –su marca universal– en los placeres y dolores del proceso creativo.