El 17 de julio de 1980, el general Luis García Meza lideró un golpe de Estado en Bolivia. El derrocamiento de Lidia Gueiler representó la última asonada militar clásica del siglo XX en América Latina. García Meza impuso una dictadura, que naufragó a los dos años y estuvo marcada por sus vínculos con el narcotráfico. La Argentina de Jorge Rafael Videla participó de manera activa en la instauración de ese régimen.