En un fallo reciente, el máximo tribunal de la Justicia italiana definió simplificar el proceso de obtención de la ciudadanía italiana por derecho de sangre (ius sanguinis). Esta decisión representa un cambio crucial para muchos descendientes de italianos en todo el mundo que buscan adquirir su ciudadanía, pero enfrentan obstáculos debido a la falta de documentación específica.

Mediante la sentencia 14.194, la Corte de Casación de Italia flexibilizó los requisitos para demostrar la filiación necesaria para la ciudadanía. Anteriormente, el proceso exigía estrictamente la presentación de actas de nacimiento de los antepasados italianos. Sin embargo, este nuevo fallo permite que otros documentos y testimonios también sean considerados válidos para probar la ascendencia.

El caso que marcó la diferencia

El impulso para esta decisión vino de un brasileño, descendiente de un inmigrante italiano del siglo XIX. El hombre se enfrentó a la negativa de un funcionario del registro civil de su comuna en Italia, quien insistía en que solo el acta de nacimiento del antepasado italiano sería aceptada como prueba. A pesar de contar con otros documentos como el certificado de bautismo brasileño, el acta de matrimonio de sus padres y el certificado de defunción de su hijo, su solicitud fue rechazada.

Persistente en su lucha, el hombre apeló primero ante el Tribunal de Venecia y luego ante el Tribunal de Apelación de Venecia. Ambos tribunales mantuvieron la decisión del funcionario, basándose en la Circular K 28 de 1991 del Ministerio del Interior, que consideraba indispensable el acta de nacimiento.

Finalmente, el caso llegó al Tribunal de Casación, que revisó la normativa y los principios de prueba de filiación en la ley italiana. El tribunal determinó que, aunque el acta de nacimiento es un documento importante, no es el único medio válido para probar la filiación. La ley italiana permite un sistema de prueba con varios niveles, donde se pueden utilizar diversos documentos y testimonios.

Impacto de la decisión

Este fallo amplía las posibilidades para muchos descendientes de italianos que enfrentan dificultades para obtener las actas de nacimiento de sus ancestros. Ahora, podrán presentar otros documentos válidos que demuestren su filiación, facilitando el proceso de obtención de la ciudadanía italiana.

El fallo del Tribunal de Casación italiano marca un avance significativo en la simplificación del proceso de obtención de la ciudadanía por derecho de sangre. Esta medida no solo alivia los obstáculos burocráticos para muchos solicitantes, sino que también reafirma la conexión vital entre los descendientes de italianos y su herencia cultural y nacional.

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