El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue condenado este miércoles a 45 años de cárcel y cinco más de libertad vigilada por un tribunal de Nueva York por varios delitos relacionados con el narcotráfico y el uso de armas.

El juez Kevin Castel le impuso además una multa de 8 millones de dólares e instó a su abogado a que aclare en dos semanas cómo los pagará. También señaló que decidirá en 120 días cuál será el penal donde deberá cumplir la sentencia Hernández, de 55 años y que actualmente está en la cárcel de Brooklyn.

Castel le mencionó, antes de pronunciar la sentencia, que él era un hombre de dos caras: con una proclamaba su compromiso contra el narcotráfico, y con la otra facilitaba la exportación de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, unas drogas que sumaban un valor de 10 millones de dólares, agregó. Además, proclamó que la sentencia --si la cumple íntegramente saldrá de la cárcel con 100 años-- enviaba un mensaje a los educados y bien vestidos para que no crean que van a librarse de las acusaciones.

Hernández, al que se vio muy avejentado, con pelo canoso y una barba también canosa, además de un bastón del que no se despegó, escuchó la sentencia sin casi inmutarse, tal vez porque se acerca más a la que pedía su defensa (40 años) que a la perpetuidad que solicitaba la Fiscalía. Solo utilizó su turno de palabra tras la sentencia para preguntar si podía mantener a Renato Stabile como su abogado, a lo que el juez contestó afirmativamente al menos hasta que dure la apelación, si esta se produce.

Entre 2004 y 2022 --desde sus cargos de diputado, presidente del Congreso y luego presidente de la República--, Hernández participó y protegió a una red que envió más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos, con un valor en el mercado local de 10.000 millones de dólares, recordó el fiscal Jacob Gutwilling en la audiencia. A cambio, habría recibido millones de dólares de los cárteles de la droga, entre ellos del narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán.