A diferencia de los países de Centroamérica donde se vulneran los derechos de la comunidad LGBTIQ+, Uruguay y Argentina encabezan la lista de los países latinoamericanos con mayores conquistas de derechos para este colectivo.
Desde 2009, Uruguay cuenta con una Ley de Identidad de Género, una legislación fundamental para los Estados en el reconocimiento de las personas trans y no binarias, y que impacta en su acceso a derechos básicos, como la educación y la salud.
La Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans considera que el promedio de vida de una mujer trans en la región es de 35 años.
En 2010, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en aprobar el matrimonio igualitario en la región. Dos años después también aprobó la Ley de Identidad de Género. Y aunque el gobierno de Javier Milei mantiene un discurso antiderechos, actualmente el país sigue siendo un referente mundial en la conquista de derechos humanos y, en particular, en los derechos de las mujeres y la diversidad sexual.
Si bien México también se destaca por la aprobación de leyes a favor de la población LGBTIQ+ todavía el matrimonio igualitario no se extendió a todos los estados que conforman el país. Lo mismo ocurre con el reconocimiento a personas trans, algo que hoy sólo sucede en la Ciudad de México.