En 27 de junio la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) conmemora el día internacional de las pymes para concienciar sobre la enorme contribución de estas empresas al desarrollo social y económico. En su día, las cámaras empresarias pymes del país se sumaron al homenaje pero lamentaron que en Argentina, bajo el actual Gobierno del presidente Milei se decidió “ignorar a nuestro sector, que vuelve a encontrarse en peligro de extinción”. Hoy es un día de reclamo, en lugar de festejo.

Lejos de avizorar algún horizonte de recuperación, el conjunto de las pymes y buena parte del entramado industrial nacional se ven crecientemente amenazados “por la política del presidente Milei, LLA y sus aliados políticos y corporativos. Por el ajuste sobre los sectores medios y más vulnerables, el consiguiente deterioro del mercado interno, la brutal caída de la actividad y las desregulaciones que imparte la política pública”, advirtieron desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) en un comunicado difundido el jueves que lleva la firma de su presidente, Carlos A. Ferrari.

En paralelo notaron: “Mientras realizamos estas reflexiones, en la Cámara de Diputados se realiza el debate tras el cual se sancionarán la llamada Ley Bases y el Paquete Fiscal. Ningún punto de estas normativas, en cualquiera de sus versiones, contiene a las pymes, sino que termina por marginarlas en favor de un esquema de mayor concentración, extranjerización y extractivismo, sin contrapartida en aportes al valor local”. Desde Apyme hablan de evitar “otro pymicidio” y llaman a todo el empresariado nacional a unirse junto con trabajadores, cooperativas, jubilados, universidades y la ciencia para buscar alternativas nacionales que también resguarden a las instituciones democráticas.

En tanto desde Industriales Pymes Argentinos (IPA), afirmaron que “el sector se encuentra en una situación de crisis por la falta de lealtad comercial en las importaciones” y acusaron al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, de cerrar las puertas a un diálogo que permita evitar la quiebra de cientos de pymes y miles de puestos de trabajo.

“Hoy es un día de reclamo, en lugar de festejo. Hace tiempo que venimos pidiendo una reunión con Lavigne, quien evitó la reunión aduciendo problemas de agenda. Nuestro objetivo no es social, sino que busca plantear los perjuicios que genera a las fábricas nacionales, a toda la cadena de valor, pero también a la sociedad entera por las políticas de descontrol para el ingreso de importaciones, que nada tiene que ver con desregular el mercado. La falta de control de las importaciones dejó en crisis a las pymes, puso en riesgo a los trabajadores y desamparada a la población”, alertó Daniel Rosato, presidente de IPA.

El presidente de IPA lamentó que el secretario de Comercio “no tenga, ni siquiera, 10 minutos para atender las preocupaciones y las propuestas de las pymes” y contrapuso la predisposición que tuvo el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, al sostener: “no sólo recibió de antemano nuestra postura, sino que nos dedicó una hora de audiencia, entendió nuestra postura y dejó abierta una negociación para avanzar en los puntos en común”. Sin embargo el intercambio no se tradujo aún en políticas explícitas para el sector.

En su día, la ONU recuerda que “las microempresas y las pequeñas y medianas empresas representan el 90 por ciento de las empresas, entre el 60 y el 70 por ciento del empleo y el 50 por ciento del PIB mundial. Como columna vertebral de las sociedades de todo el mundo, contribuyen a las economías locales y nacionales y a mantener los medios de subsistencia, en particular entre los trabajadores más pobres, las mujeres, los jóvenes y otros grupos en situación de vulnerabilidad”.