El Concejo abrió las inscripciones para la audiencia pública donde se debatirá la situación ambiental del Arroyo Ludueña. La intención es que vecinos, organizaciones ambientales, funcionarios y dirigentes intercambien posturas que permitan elaborar un diagnóstico y una planificación estratégica para comenzar a sanear el arroyo que atraviesa once localidades de la región. La contaminación del curso de agua viene siendo denunciada desde hace años, tanto por organizaciones ambientalistas, como por los vecinos que deben lidiar con sus consecuencias. De hecho, en abril el propio Concejo ordenó al Municipio que comience a estudiar la posible presencia de metales pesados, producto de la contaminación industrial. “El Ludueña atraviesa una profunda contaminación y un deterioro permanente que lleva muchos años”, evaluó el concejal de Ciudad Futura, Julián Ferrero, que preside la comisión de Ecología y Ambiente. “Esperamos que sirva como punto de inflexión para que Rosario se ponga a la cabeza de una planificación estratégica en clave metropolitana para recuperar el arroyo”, añadió en diálogo con Rosario/12.

La audiencia ya tiene fecha y hora: será el próximo miércoles 3 de julio, desde las 9, en el recinto de sesiones del Concejo. La convocatoria es abierta y ya está disponible un registro para la inscripción, en donde cada participante contará con cinco minutos para realizar su aporte. La intención es promover una discusión en torno al cuadro ambiental del Arroyo Ludueña e intercambiar ideas y posiciones para el saneamiento y protección de la cuenca. Se trata de un curso de agua de unos 20 kilómetros de extensión que abarca a once localidades de la región y que atraviesa sectores urbanos e industriales.

Para Ferrero, la audiencia se convertirá en “una instancia fundamental” para la intervención del arroyo Ludueña, algo que venía siendo reclamado desde finales del año pasado en el Concejo. “La gente que viene luchando por esto hace muchísimo tiempo nos dice que es la instancia institucional más importante de la historia del arroyo Ludueña. Desde esa jerarquía nos paramos y estamos muy expectantes. Buscamos que sea una jornada que abra el debate y donde puedan participar vecinos, organizaciones socioambientales, investigadores, especialistas, así como también funcionarios de todos los niveles y de todas las jurisdicciones”, explicó.

Una de las expectativas de la audiencia es poder construir un diagnóstico común respecto a la situación ambiental del arroyo. Y por otro lado, que las exposiciones sirvan como insumo para obrar en consecuencia: “Esperamos que sirva como punto de inflexión para que Rosario se ponga a la cabeza de una planificación estratégica en clave metropolitana para recuperar el arroyo. Es uno de los ecosistemas fundamentales que rodean nuestra ciudad y que forman parte de la región”.

Desde el Concejo buscan imprimirle una mirada “metropolitana” a la audiencia y que las voces que se escuchen sean representativas de las distintas localidades por las que pasa el Ludueña. “Es un arroyo de gran magnitud y la única manera de abordar de manera seria la problemática es con un plan metropolitano, sostenido en el tiempo y con acciones que puedan ser concurrentes todas juntas”, expresó y agregó: “Queremos que sea un debate en pie de igualdad, independientemente del lugar o representación que se tenga. Eso nos parece fundamental para que sea una jornada lo más democrática y participativa posible”.

Aguas turbias

Las denuncias públicas por la situación del Ludueña vienen de hace tiempo. Ferrero definió que el estado del curso del agua es “crítico” por múltiples factores que van desde las intervenciones urbanísticas que se realizan sin ningún tipo de control ambiental, hasta la construcción de barrios privados sobre la cuenca del río, en zonas naturalmente indudables. “Eso hace que se impermeabilice el suelo y, en épocas de mucha lluvia, los barrios cuenca abajo se inundan más rápido”, explicó.

A su vez, en abril de este año el Concejo aprobó un proyecto para que el Municipio incluya estudios que midan la presencia de metales pesados, dentro de los controles periódicos que se realizan sobre el curso del agua del arroyo Ludueña, con la intención de detectar indicadores de contaminación industrial. La propuesta surgió a partir de las reiteradas denuncias de vecinos contra instituciones y empresas por verter desechos en la cuenca. En julio de 2022 la Justicia puso los ojos sobre el Shopping Fisherton Plaza Open Mall, ubicado frente al Aeropuerto Internacional de Rosario, por arrojar sus desagües pluviales sobre una zanja que drena a la altura del Golf Club.

“La principal problemática que venimos denunciando tiene que ver con la contaminación del agua del Ludueña. Por un lado, por el vertido de desechos cloacales sin ningún tipo de tratamiento, de algunos agentes contaminantes que tenemos muy identificados y de otras industrias que también vuelcan desechos industriales”, sostuvo el concejal. Y agregó: “El Ludueña atraviesa una profunda contaminación y un deterioro permanente que lleva muchos años”, resumió.

Pero otro de los problemas que se presenta tiene que ver con la cantidad de residuos que se acumulan en el agua, que llegan a partir de la existencia de basurales a cielo abierto sobre las orillas del arroyo. “Son situaciones que se generan en distintos sectores producto de la pésima gestión que tiene Rosario de sus residuos, con barrios enteros que no tienen acceso al sistema formal de recolección. Y toda esa basura termina cayendo al Ludueña armando una suerte de basural gigante que termina enredándose con los camalotes, en la desembocadura con el Paraná”, detalló.

 

Por último, Ferrero remarcó que la situación no solo tiene su gravedad en la cuestión ambiental y sanitaria, sino que también tiene sus implicancias en materia económica y productiva: “Además de todo eso afecta a la actividad económica de un sector muy puntual de los rosarinos como son los pescadores. Cuando se arman estos basurales flotantes en la desembocadura hace que los pescadores que tienen amarrada su lancha en el Ludueña no puedan ingresar al arroyo. Es solo una de las muchas consecuencias que aparecen y que tenemos que empezar a resolver”.