Una vez concluida la primera etapa de la auditoría realizada en el cementerio de La Plata, el intendente Julio Alak presentó los resultados que, entre otras irregularidades, dan cuenta de restos óseos encontrados en estado de abandono que corresponden a 13 mil personas. “Uno sabe qué tipo de administración tiene de acuerdo a como trata a sus muertos”, dijo Alak al inicio de su intervención en el Salón Dorado del Palacio Municipal y agregó que se trata de un hallazgo “doloroso y sensible a los sentimientos de la comunidad” .El jefe comunal aseguró que “la desidia con que se ha manejado el Municipio de La Plata en el pasado con la administración del cementerio es una falta de respeto a las personas fallecidas, a sus familiares y a la comunidad toda”.
Sin hacer alusión directa, pero en referencia a la gestión de su predecesor, Julio Garro, el mandatario dijo que el estado del cementerio y el trato hacia los cuerpos depositados allí es "una muestra elocuente y concreta del quiebre financiero y operativo que recibimos el 10 de diciembre”. Además anunció tres medidas que se impulsarán para regularizar la situación y garantizar que no vuelva a ocurrir: “Vamos a promover el proceso de reinhumación de los restos, una nueva normativa que regule el cementerio, un plan de puesta en valor del espacio, que incluye la construcción de un nuevo osario y la creación de una unidad administrativa especial para su administración”, adelantó.
El hallazgo ocurrió el pasado mes de febrero en el marco de una auditoría generan en la que tuvieron lugar una serie de inspecciones en el cementerio municipal. Allí, en dependencias que no estaban destinada a ese uso, fueron encontrados ataúdes con cadáveres en su interior y bolsas de residuos con restos óseos en estado de abandono. Se trataba de, aproximadamente, restos humanos correspondientes a unas tres mil personas abarrotados en siete depósitos distintos, que tenían formalmente una función diferente.
Tras verificar que las escenas macabras se reiteraban en diferentes espacios del camposanto, el Municipio convocó a la Escribanía General de Gobierno y al director provincial de Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Incháurregui, experto en Antropología Forense.
Luego de confirmar las irregularidades junto a esas reparticiones, y ante la posibilidad de estar ante la comisión de delitos, Alak denunció la situación ante la fiscalía de turno de la Procuración General del Poder Judicial, el 21 de febrero.
Incháurregui fue el encargado de dirigir el trabajo de un equipo que desde entonces se aboca a tarea de esclarecer el origen de las irregularidades, confirmar la identidad de los restos hallados y determinar su procedencia.
En el cementerio platense y con la supervisión del Ministerio Público de Buenos Aires, fue constatada la existencia de 477 ataúdes que en su interior albergaban cadáveres. Además, se recolectaron más de 3 mil bolsas plásticas con restos óseos humanos.
Tras concluir la primera etapa de la auditoría, tendrá lugar el proceso de reinhumación de los restos encontrados. Además, el municipio impulsará un proyecto para modificar el marco normativo que regula el funcionamiento del la necrópolis a fin de prevenir episodios similares en el futuro.
También se implementará un plan de puesta en valor que incluye la construcción de un nuevo osario, dado que los actuales están saturados; además, se creará una unidad administrativa especial para su regulación.