Una escuela sin gas en medio de la ola de frío. Esa es la situación de la sede de Parque Chacabuco del Instituto Vocacional de Arte (IVA) Manuel José de Labardén, cuya cooperadora realizó un "frazadazo" para reclamar al Gobierno porteño que realice las obras necesarias para habilitar la conexión de gas. Es que Metrogas cortó el suministro hace dos semanas luego de advertir durante un año que hacían falta trabajos específicos para garantizar la seguridad de la instalación y ahora el instituto quedó sin servicio. Tras la protesta, la comunidad consiguió un primer compromiso por parte del GCBA y esperan que las obras puedan comenzar la semana que viene.
El tradicional centro educativo de arte, con más de cien años de historia, está dividido en tres sedes: la central, en el barrio de Constitución, otra en Parque Avellaneda, y una tercera en la calle Curapaligüe al 1026, en Parque Chacabuco. Allí funciona un jardín de infantes y, en paralelo, talleres artísticos a contraturno para chicos y chicas en edad de primaria y secundaria. Cada día pasan por allí alrededor de dos mil alumnos y alumnas, que desde hace dos semanas sufren la falta de estufas.
"Es una situación muy dificil porque, si bien en las últimas semanas veníamos teniendo un clima más o menos templado, ahora con el frío se agudiza muchísimo el problema", dice a Página 12 Pablo Goldring, vicepresidente de la Cooperadora del IVA. La perspectiva climática, además, no es la mejor: en la ciudad se vienen temperaturas mínimas que rozarán los cero grados, según lo anuncia el Servicio Meteorológico Nacional.
En ese escenario, la comunidad educativa realizó un "frazadazo" en la puerta del IVA para reclamar respuestas por parte del Gobierno porteño. "Empezamos a profundizar los reclamos estas semanas una vez que supimos que el corte era un hecho. Las autoridades ya venían reclamando las obras pero nunca hubo respuesta. Metrogas dice que cortar el servicio es la única manera que tiene de obligar al Gobierno a que active: cortan la llave para que lo hagan", advierte por su parte Eugenia Corrés, presidenta de la cooperadora.
Es que el conflicto se remonta a un año atrás, cuando la empresa realizó una revisión en las instalaciones de gas del centro educativo. Encontraron allí que hacían falta obras de ventilación en los lugares cerrados, incorporar rejas a las estufas y trabajos específicos sobre una campana de extracción de humo ubicada en la cocina del instituto. "Les dieron un plazo perentorio para realizar esas obras, pero desde entonces no hubo novedades", sostiene Goldring. Un año después, los operarios de Metrogas se hicieron presentes en el lugar y cortaron el servicio.
La protesta parece haber sido un primer paso para destrabar la situación. La Dirección General de Educación Artística (Dgeart) del Ministerio de Cultura, de la que depende el IVA y otros centros educativos artísticos de la ciudad, comunicó al instituto que la semana que viene comenzarían los primeros trabajos de testeo de la instalación de gas para comenzar las obras. "Tenemos la perspectiva de que el conflicto se estaría pudiendo resolver. Hubo un intercambio con la Dgeart y, en principio, hay un acuerdo para que el lunes empiecen", señala Corrés.
Página 12 se contactó con fuentes del Ministerio de Cultura para consultar sobre la situación y respondieron que el próximo lunes se realizará una inspección para "devolver el servicio". Además confirmaron que el suministro fue cortado por Metrogas por "inconvenientes" que aseguran ya haber arreglado. También señalaron que las aulas de jardín, por ejemplo, cuentan con aires acondicionados que se pueden utilizar ante la falta de gas. Desde la cooperadora sostienen que permanecerán atentos para que el compromiso se cumpla: "Seguimos en alerta para garantizar que las obras finalicen en tiempo y forma", advirtieron.
El conflicto por la falta de gas se produce, además, en el marco de otro reclamo que los y las integrantes de la comunidad del Labardén vienen sosteniendo desde hace años, y que gira en torno a un salón de casi dos mil metros cuadrados, ubicado junto al edificio donde hoy funciona el jardín y los talleres, casi debajo de la autopista 25 de mayo. Aseguran que el espacio forma parte de ejido del IVA desde sus planos originales, pero que fue "usurpado" durante años por un centro de jubilados.
"Es un centro que estaba vinculado al PRO, incluso se llegaron a hacer fiestas partidarias ahí, pero hace dos años, a través de una investigación de la cooperadora, se encontró asbesto en el salón. Se logró hacer la limpieza del lugar con una obra bastante grande para eliminar el material y en ese momento se pudo sacar al centro que usurpaba el espacio", cuenta Goldring.
Desde entonces, la cooperadora viene reclamando que el Gobierno porteño se haga cargo de realizar las obras necesarias para refuncionalizar el salón y ponerlo a punto para ser utilizado por la institución. Indican que el lugar requiere, por ejemplo, trabajos de reconstrucción de los techos y de readecuación del tendido eléctrico. "Con la demanda de pibes y pibas que hay entre las tres sedes del IVA, un espacio así es súper necesario, pero la Dirección sigue dilatando la decisión de ponerlo en valor", se lamenta Goldring.