El presidente de EEUU, Joe Biden, volvió a dejar a todos preocupados tras su actuación en el último debate electoral televisado, que tuvo lugar este jueves en Atlanta, previo a las elecciones generales del próximo 5 de noviembre en el país. Frente a un Donald Trump visiblemente agresivo, burlón y con un tono discursivo fuerte que denotaba seguridad, el actual mandatario estadounidense se mostró balbuceante y con momentos de tartamudeos e incoherencias en buena parte de sus intervenciones. De hecho, en varias ocasiones, que generaron entre el público una enorme tensión, Biden no llegó siquiera a finalizar las frases o no hiló las ideas de manera efectiva.
Las reacciones de nerviosismo de los miembros de su propio partido y de la ciudadanía estadounidense en general, que alega que el presidente debería retirarse de la carrera electoral dada su avanzada edad (81 años, siendo el presidente de más edad en la historia de EEUU) y su posible deterioro cognitivo, no tardaron en dispararse.
Según publicaron varios medios estadounidenses, los demócratas se encuentran en pánico ante las evidentes carencias de Biden en el debate y temen que ello pueda afectar gravemente a la campaña del partido antes de la próxima convención. "Hay un profundo, amplio y muy agresivo pánico dentro del partido", alegan los analistas políticos Joy Reid y John King en base a las declaraciones de miembros demócratas.
La imagen despistada y dubitativa del presidente está generando serias dudas en el país sobre su futuro como candidato de los demócratas a la presidencia del Gobierno en los comicios de julio, hasta el punto de que ya algunos medios apuntan a una posible crisis dentro del partido por este motivo. Algunos de sus compañeros han afirmado, en relación a lo sucedido durante el cara a carta televisado, que "sería un error hacer la vista gorda y negar la realidad".
Así, según fuentes del propio partido, Joe Biden proyectó el jueves una imagen de falta de preparación, mostrando dificultades para comunicar a los votantes los avances que ha vivido el país en los últimos años. Por su parte, según señaló el periodista y biógrafo del presidente, Evan Osnos, en el debate se pudo apreciar a "una persona disminuida", pero con capacidad de sobreponerse a sus propios reveses y limitaciones.
Por otro lado, el exsecretario de Vivienda durante el Gobierno de Barack Obama y compañero de Biden, Julián Castro, alegó a través de su cuenta en X (antes Twitter) que el mandatario se mostró "no preparado, perdido y sin la fuerza suficiente para pelear de manera efectiva con Trump, que ha mentido constantemente". Ante las numerosas y palpables debilidades de Biden a la hora de defender sus argumentos y contrarrestar las falacias de su adversario, Trump respondió burlándose de sus constantes balbuceos y evidenciando sus fallos para humillarlo ante el público.
La vicepresidenta del Ejecutivo estadounidense, Kamala Harris, salió en defensa de su compañero y trató de rebajar la relevancia de los hechos. Además, admitió que hubo "un comienzo lento, pero un final fuerte" a pesar de lo que calificó como sus "estilos a la hora de hablar".
Probablemente, la única demócrata que expresó su conformidad con la actuación de Biden fue su jefa de campaña, Jen O'Malley Dilon, quien sostuvo que el presidente presentó "una visión ganadora para el futuro de América, una en la que todos los estadounidenses tiene una oportunidad justa para conseguir el sueño americano".
Joe Biden, conforme con su actuación en el debate
Quien no parece excesivamente alarmado por lo sucedido durante el cara a cara frente a Trump es el propio Biden, que defendió su actuación frente a los medios de comunicación: "Creo que lo hemos hecho bien", sostuvo el presidente, quien a su vez admitió que se encuentra con dolores de garganta (lo que explicaría sus constantes carraspeos durante el debate).
Sobre su posible retirada, que cada día está más presente en el debate público estadounidense, Biden respondió atacando a Trump. "No. Pero es difícil debatir con un mentiroso. The New York Times señaló que mintió 26 veces", aseveró antes de dirigirse a Carolina del Norte, donde este sábado tendrá un mitin electoral.