El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, hizo un duro editorial tras la sanción definitiva de la Ley Bases en la Cámara de Diputados. Tras asegurar que fue la “consumación de la infamia”, cuestionó con firmeza a todos los diputados que no son parte de La Libertad Avanza que votaron a favor de un proyecto que “se hizo a placer de los ricos y para desgracia de los pobres”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

La infamia se consumó sin ningún peso en la consciencia. ¿Ustedes piensan que andan mortificados por las calles personajes como De Loredo, los Pichetto, toda esa gente? Están divinos.

Esto se hizo a placer de los ricos y para desgracia de los pobres. Está muy claro que es así. No es una frase. Con los votos propios, los que tenía Milei, y los votos traidores, que son mucho más que los que tenía Milei.

Por lo tanto, no tanto a Milei: miremos a los otros. Quizás no tenían salida, eh. Eran ratas para Milei o son ratas para el pueblo. Pero de los pasadizos subterráneos no podían zafar de ninguna manera. Ratas, les iban a decir. De un lado, o del otro.

Ganancias, reforma laboral, menos impuestos a los ricos, privatizaciones y la mar en coche. Facultades especiales. Lo que el poder quiera. Aun si lo maneja Milei. Les da lo mismo. Saben lo que es Milei, pero eso no les avergüenza nada.

En paralelo, los informes hablan de una debacle que empezó en diciembre y que no cede, sino que se profundiza. La estafa está consumada. Hablamos menos de los precios de los alimentos, de los remedios, de las tarifas. Unos se acostumbran. Otros, simplemente, comen menos y apagan la luz.

¿Cómo lo hicieron? Bueno, con lawfare, con mentiras. Bandidos -como se llama el tema que escuchábamos para empezar el programa- a los que nosotros les cantamos la canción de No te va a Gustar, pero que hacen lo que se les canta.

Ley base que solo menciona privilegios, despojos y servidumbre. Todo junto. Para que los ricos, los trabajadores y los muy pobres, bien separados, estén bien diferenciados. Milei, como gerente del establishment, termina con la confusión.