Cronicas tucumanas
Por cuatro días locas
El Segundo Festival LGBTIQ, organizado por la Secretaría de Culturas de Tafí Viejo, a 12 kilómetros de la capital provincial, fue un oasis y un caldo de cultivo. Muy cerca de ahí, una maestra invitaba a curar la homosexualidad y el arzobispo sometía al escarnio público a un grupo de mujeres por una performance sobre el aborto. Soy recogió chismes e infiernos del qué dirán pero, también, testimonios de quienes rompen la inercia de la siesta para proclamar un deseo que cada vez grita más fuerte su nombre.
