Un verso que cantan todos en el pary. FMK parece tener la fórmula para la composición que conmueve a las masas, aunque prefiera no enfocarse solo en el éxito. El joven de Necochea ha participado de numerosos hits, muchas veces componiendo y muchas también interpretando: Un finde (el crossover #2 de Big One, de FMK + Ke Personajes), Los del Espacio (junto a LIT killah, Duki, Emilia, Tiago PZK, Rusherking, Maria Becerra y Big One), Acaramelao (que escribió FMK e interpreta María Becerra), Miénteme (que cantan Tini y María Becerra, y el coescribió), Perdóname (junto a Big One) y más. Enzo Sauthier, su nombre real, ahora se encuentra preparando su segundo disco y habla con El NO de su recorrido en la música, cómo ve el presente de la escena urbana y de la trascendencia.

Para FMK, su espacio natural es el camp de composición y producción. Allí crea para otros y para sí mismo. En este momento combina las composiciones que le piden y la creación de su nuevo álbum. "Venimos a full haciendo el disco. Ya tenía uno cerrado y ahora me parece que vamos a apuntar para otro lado, pero eso lo voy a saber cuando vaya al estudio", explica.

¿Cómo es la génesis de un músico urbano? Muchos cuentan que lo que escuchaban sus papás influyó en ellos, y aseguran que las batallas de freestyle fueron un punto de quiebre. En el caso de FMK, la literatura fue la puerta para entrar al mundo del arte. Cuando era niño tenía muchos libros de cuentos en casa, y los leía: no eran objetos abandonados en una biblioteca.

"En el medio de los juguetes estaban los libros. Leía mucho Blancanieves, Pinocho, esos cuentos de fantasía. Con el tiempo me hice grande y leía Ómnibus (Cortázar), García Márquez y escritores que hacían ciencia ficción. Hoy en día la ciencia ficción es de lo que más me entretiene." Reescribía los cuentos que leía y se los regalaba a sus familiares. Luego empezó a escribir poesía. Y en quinto grado (2010), una profesora de Literatura inscribió a todo su curso en el certamen literario Leopoldo Lugones: Enzo salió segundo a nivel nacional. Eso lo motivó a seguir escribiendo.

En el presente, la narrativa lo inspira a la hora de hacer canciones y crear su propio universo. "Está bueno ser autorreferencial, pero también siempre me gustó el hecho de contar historias. Hay momentos donde uno habla de uno y hay momentos donde quizás no se le ocurre nada. O sea, no siempre hay que tener algo para contar. La ciencia ficción me dio esto de inventar historias."

En la preadolescencia y a través de internet, llegó a las batallas y tuvo la posibilidad de combinar la creatividad que aplicaba a la escritura con la improvisación. Halabalusa y A Cara de Perro Zoo fueron algunas de las batallas under que conoció. Llegó a ir a las plazas con 11 o 12 años: "Competía y no la pasaba bien. Muchas veces pasaba que le ganaba a uno y como en el jurado estaba el amigo, lo votaban a ése. Era muy pibito y le ganaba a uno que venía hace 10 años rapeando y no estaba bueno, me pasaba muchísimo porque yo era uno de los más chiquititos que había".

Se cansó y decidió hacer música con amigos, sin el apuro de publicar, ni mucho menos con la intención de pegarla. Así llegó a su primera canción, en febrero de 2017: Summer Love, que no está publicada actualmente. A partir de este tema, se comunicó por Facebook con Estani, su primer aliado musical fuera del ámbito cercano, y empezaron a hacer música, primero a distancia y luego offline, incluido viaje a Bahía Blanca, donde vive el productor.

Meses después, en 2018, llegó a su vida Big One, otro necochense, quien resultó clave para su futuro en la música. Harían muchas canciones juntos, pero no lo sabían aún. El productor le habló y le propuso hacer un tema juntos: pensaron y escribieron en la casa en la que Big One vivía con su abuela. A la semana, Big One tenía el tema cerrado. "Era Pérdoname. Me decía 'ya tengo todo el tema, lo mezclé, lo mastericé, para mí está buenísimo. Vamos a sacarlo'. Y le digo que no, porque no tenía un mango para hacerle el video y yo quería sacar un tema con video. En ese momento había sacado una versión de Qué será, de LIT killah, y tenía 60.000 reproducciones, venía muy bien. Estaba empezando a subir de a poquito y nos conocimos con Big. Sacamos Perdóname, un mes y medio después reventó la canción y ya arrancamos los dos."

Mientras no vivía de la música, FMK trabajó de todo: electricista, mantenimiento en una planta acondicionadora de cereal, mecánico, albañil. Se mudó a Buenos Aires para insertarse de lleno en la industria y compartió diferentes departamentos y casas con Big One, Estani, Rusherking, María Becerra, LIT killah y Tiago PZK. Al estilo Antezana 247, la mansión del trap argentino, esas casas fueron espacio de fraternidad y de música. "Viví con toda la escena argentina", se ríe. Y agrega: "Caía todo el mundo a la casa. Ahora estoy viviendo solo y me parece que voy a vivir con algunas personitas de nuevo. Es el proyecto que tengo para este año de estar relacionado con artistas y personas que extraño. Juntarse todos los días se perdió un poco. Estar todo el día cerca de artistas, productores y amigos te hace crecer mucho como artista y también como persona, tener el punto de vista constante de más gente en la convivencia te ayuda mucho a tener otra visión de las cosas".

  • ¿Qué canciones fueron un antes y un después en tu carrera?
  • Como compositor, muchas de Mari, de Emilia, de los pibes también. Yo sé que tú era mi relanzamiento haciendo reggaetón. Venía haciendo trap y música más melódica, salió increíble. Tranquila (con María Becerra), Los del Espacio, Un finde. Y como compositor también hubo temas que me abrieron muchas puertas como Acaramelao (María Becerra), Wow Wow (Becky G y María Becerra), Traductor (Tiago PZK y Mike Towers), Ladrón (Lali y Cazzu) o Miénteme (Tini y María Becerra).

  • ¡Son un montón! ¿Dónde sale esa creatividad?
  • A mí me gusta mucho juntarme con el artista para entender su mundo y poder acompañarlo. No siento que las creaciones que hayamos hecho en conjunto hayan sido 100% mías o de mi impronta. Me gusta exprimir lo mejor de cada persona y ayudarlo a encontrar ese camino hacia la canción. Después, obviamente hay temas que yo los escribo, se los paso, cantalo, pero creo que con las personas que más he trabajado y que más frutos tuvimos, la forma de trabajar fue ésa: enseñarle a la persona el camino hacia lo que realmente quiere.

  • La escena urbana parece estar llegando a una saturación. Consiguieron contratos con multinacionales, algunos llenaron estadios, ¿se puede hacer algo más?
  • Yo siempre creo que va a surgir algo más, sobre todo viendo la carrera individual de cada artista. Por ejemplo, ninguno hizo 50 Luna Park seguidos, hay un montón de récords que se pueden romper, cosas que se pueden hacer. No muchos artistas argentinos han ganado Grammys. Entonces, para estar en los Grammys, tenés que hacer cierto estilo de música apuntado hacia ahí que no va tan de la mano con lo que suena en el top 50 Argentina. Hay algunos que hicieron Movistar, pero no hicieron un estadio, hay algunos que quieren estar como productores. Yo creo que sí, que hay una saturación porque hay una cantidad de artistas inmensa y de música que sale constantemente, pero también parte de la carrera es estar entre los primeros todo el tiempo, con artistas que salen debajo de la baldosa cada dos minutos.

  • ¿Ese futuro puede ser explorando otros géneros?
  • Sí, yo creo que sí. Hoy en día la música cambia más rápido, el año pasado en Argentina no existía el cuarteto, hoy es todo cuarteto, el reggaetón tuvo su lugar. Ahora seguramente van a empezar a sacar trap y va a volver el trap.

  • ¿Cómo ves esas tendencias?
  • Hoy la lectura es un poco complicada. Más allá de ponerme a hacer lo que está sonando, yo soy más de seguir en la mía. Todo es cíclico y todo vuelve en algún momento. Ahí viene la pregunta de si se puede hacer algo más. Yo puedo seguir el tren de lo que está pasando y capaz me vaya mejor, pero también puedo quedarme en la mía y seguir construyendo algo que todavía no construí, y ahí está ese algo más, que donde hay saturación sobre algo y todo se van para otra cosa, vos sigas apostando a lo que realmente crees que sos y construir algo que quizás el día de mañana es mucho más grande de lo que esperás.

  • Como músico ¿cuáles son tus deseos? ¿Qué es lo que perseguís?
  • Siempre el objetivo era formar parte de la historia y creo que ya lo hacemos, marcar algo grande desde la composición. Si no me equivoco, porque no quiero ofender a nadie, pero fui el primero que trajo la composición en el género urbano a la Argentina, el primero que se popularizó marcando un idioma en las canciones. Después fui parte de la explosión del reggaetón en el país: no sonaba, no lo hacía nadie. Yo decía "vamos a hacer reggaetón" y le empecé a llenar la cabeza a todo el mundo. Y ahora hay que seguir. Todavía no descubrí qué es lo que lo próximo que voy a aportar. Más allá de pegar el tema que viene, estar posicionado, los números, el objetivo principal siempre es marcar la historia y dejar una huella, no tanto como "Che, vamos a hacerle un monumento acá en la calle Corrientes a este loco", sino saber que hice algo que le cambió la vida a muchos.


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