El partido de General La Madrid será la sede de un encuentro interdisciplinario para profesionales de la salud para discutir el valor del cannabis medicinal en la Argentina. La actividad tiene como principal organizador a Marcelo Morante, especialista en la materia. Los objetivos de la jornada apuntan a visibilizar con la necesidad de avanzar en la despenalización de la producción de la planta y fomentar la industrialización de la medicación a base del cannabis.

“Sostengo una trilogía sobre la que hay que trabajar que es penalidad, acceso e industria, porque no tener resuelta la primera limita la segunda y, al día de hoy, imposibilita la tercera”, reflexionar Morante. Estos serán los ejes principales de su discurso de este sábado cuando cierre la doble jornada provincial en General La Madrid.

La sede y el principal orador no son azarosos. Morante fue coordinador del Programa Nacional de los usos medicinales del cannabis durante la gestión de Carla Vizzotti al frente del Ministerio de Salud de la Nación. Y La Madrid cuenta con el primer cultivo medicinal de cannabis de la provincia.

La denominación de la plantación es, precisamente, el punto neurálgico a resolver. Como explica Morante, la legislación actual sólo permite una producción de cannabis en el plano de la investigación y no de la comercialización. “Es insuficiente”, remarca.

Esta traba no permite el desarrollo de la industria. Lo lamenta, porque, desde su experiencia, “un paciente con dolor tiene muchas aristas a resolver, como el humor, el sueño o la ansiedad, es decir, son múltiples síntomas que se deben resolver en su patología, y el cannabis tiene cannabis 500 componentes, lo que la convierte en una herramienta múltiple”.

El freno a los avances llegó con el cambio de gobierno en 2023. En 2022 se aprobó la Ley N° 27.669 que plantea el marco regulatorio para la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Su reglamentación recién se publicó en agosto del 2023, y entre sus artículos se proclama la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) que, entre sus funciones, debe brindar las licencias para comercializar y transportar. Tras el triunfo de Javier Milei no hubo avances.

Pedir por más

Morante detalla que en los tres años que trabajó en el ministerio con el programa, se generaron 300 mil pacientes tratados con cannabis medicinal y dos medicamentos que se pueden conseguir en farmacias. También se capacitaron médicos y al personal de las fuerzas de seguridad.

Pero el crecimiento está atravesando un cuello de botella. El entuerto, explica, es legal. La Ley N° 23.737 penaliza con entre 4 y 5 años de prisión a quienes produzcan cannabis por fuera del REPROCANN, el Registro del Programa Cannabis. Se trata del Registro nacional de personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos que depende del Ministerio de Salud.

Es una entidad creada bajo la Ley N° 27.350. Al día de hoy, es el embudo donde recaen todos los puntos de la actividad. ¿Por qué? Porque el marco jurídico limita la producción a la investigación y el desarrollo científico. No habilita su masificación y, por consiguiente, la comercialización. De esta manera, el acceso a la medicación a base de cannabis es limitado.

Aquí comienza, entonces, una nueva etapa que viene siendo impulsada desde el 2015 en el municipio de General La Madrid. Desde su pueblo natal, Morante comenzó un recorrido junto al actual intendente, Martín Randazzo, en búsqueda de solidificar este tratamiento.

Randazzo es médico especializado en cirugía general. En 2014, cuenta, organizó junto a Morante una charla cuando las conversaciones sobre la marihuana y sus usos medicinales aún despertaban risas. Pero La Madrid pasó algo diferente. Ambos aseguran que se disparó algo en la comunidad que llevó, rápidamente, a que la política tome cartas en el asunto.

En 2015 se votó una ordenanza que le pedía al Congreso de la Nación la modificación de la Ley de Estupefacientes y apunte a la producción de cannabis medicinal. Todo quedó a medias. Recién en 2020, con Morante en el Gobierno nacional, se avanzó en una nueva ley pero que también, como se mencionó, quedó trunca en su aplicación tras el cambio de gobierno.

Primero en General La Madrid

Randazzo relata que conoció este tratamiento durante su estadía en la Facultad de Medicina. Militante radical, celebra que la iniciativa logró algo que suele ser muy difícil en estos tiempos: unir a la política. Todo el Concejo Deliberante de 2015 acompañó la ordenanza que demandó al Congreso tomar la posta.

“Somos el primer Ejecutivo municipal que se la jugó con esto”, cuenta. Como médico, detalla el momento en que tomó conciencia del valor del cannabis: “Tenemos una marihuana endógena”. Tras la primera charla de Morante en La Madrid, Randazzo se encontró con que tenemos un sistema endocannabinoide. “Si la producimos nosotros y tenemos una planta que puede generar producto de calidad, cómo no hacerlo”, remarca en diálogo con este medio.

Los avances y el transitar de los últimos diez años llevaron al distrito a contar con un cultivo de 95 por 40 metros en el Parque Industrial. Tiene cuatro invernáculos y, señala el intendente, “vamos por la décima cosecha”.

Hoy están en búsqueda de que se consolide una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria. Una Sapem, según sus siglas, tal como las que quiere desarrollar Axel Kicillof para tener, por ejemplo, una empresa de emergencias provincial.

El municipio, relata Randazzo, tiene un equipo consolidado desde el área de salud, de producción, el plano legal, el comunicacional y la seguridad que llevan adelante el cultivo. Como bien aclara, toda la producción está anclada en la investigación. No puede haber producción intensiva porque falta dar el próximo salto legal.

Por eso, este sábado, Morante y Randazzo darán un cierre a la doble jornada que, desde el mismo Salón Blanco dónde se hizo aquella primera charla de Morante, pretende abrir la nueva etapa del cannabis medicinal con un distrito de la provincia de Buenos Aires a la cabeza. 

La actividad tendrá la participación de especialistas, médicos y representates de la Universidad Provincial del Sudoeste y el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.