En coincidencia con la conmemoración del “Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas” una veintena de sacerdotes católicos de partido bonaerense de La Matanza, emitió un documento en el que se denuncia “la creciente penetración del narcotráfico en nuestros barrios” donde “cada vez vemos más jóvenes enredados en los circuitos de la droga, cada vez recibimos más familias llorando, cada vez está más difícil acompañar”. Los curas expresan su “profunda preocupación” porque “la falta de comida y trabajo, así como el exceso de drogas y armas son los problemas más graves que tiene nuestro pueblo en este momento”.
El texto, que también lleva la firma de los obispos Jorge Torres (Laferrere) y Eduardo García (San Justo) sostiene que “se trata de un problema que atraviesa a toda la sociedad, pero que usa a los olvidados para esconderse” y que “el mercado de la droga crece (pareciera que es el único mercado que crece en este momento), encontrando su oportunidad inmejorable en los barrios que nadie mira, en los que la salud, la educación, la seguridad parecieran ser solamente un lindo discurso, o un recuerdo de los buenos tiempos”.
El documento se conoció de manera simultánea con una misa concelebrada por los firmantes, oportunidad en la que el obispo García sostuvo que “somos testigos de la nefasta matemática en nuestros barrios que, a medida que crece el hambre y la falta de trabajo, crece el consumo y el narcotráfico como un Estado paralelo que aparentemente te saca del pozo y de la necesidad del hoy, pero que te entierra para siempre”. Según el obispo de San Justo “combatir las drogas implica también luchar contra estas condiciones que las alimentan”.
En el documento los sacerdotes católicos advierten sobre la complejidad del problema que se enfrenta “sobre todo cuando uno constata la complicidad de la policía, la justicia y la política”. Porque, dicen, “con tanta corrupción, son irrisorias y dan miedo las propagandas de la bukelizaciòn” en directa referencia a los anuncios de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien manifestó su disposición a trasladar a la argentina los criterios en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico aplicados por el presidente salvadoreño.
En la misma línea de pensamiento el obispo García sostuvo que “la lucha contra las drogas también es una lucha contra la corrupción que se filtró en nuestras fuerzas de seguridad, el sistema judicial y el ámbito político y empresarial” y que la “complicidad de algunos en estas áreas facilita la expansión del narcotráfico y la destrucción de vidas”. El obispo de San Justo aseveró que “sin transparencia, integridad y responsabilidad en quienes ocupan posiciones de poder, se hace inútil todo esfuerzo”.
Para los curas que firman el documento “la mejor respuesta es sin dudas generar oportunidades para el desarrollo humano integral y garantizar el acceso a los derechos”. Porque, se agrega, “cuando los jóvenes puedan disfrutar de ir a la escuela, tienen acceso a buenas alternativas para darle sentido al tiempo libre, entonces la droga y las armas no son la única opción”.