Al ritmo de Vinicius, la gran figura de la noche en Las Vegas, Brasil cambió la imagen exhibida ante Costa Rica, que le robó un empate 0-0 en el debut de la Copa América, y este viernes no tuvo piedad con Paraguay: goleada 4-1 para acomodarse en el Grupo D, un escalón por debajo de Colombia.

A diferencia del partido del último lunes, en el que malograron más de diez chances claras y no pudieron quebrar las murallas puestas por Gustavo Alfaro, el Scratch fue pura contundencia. Superó el vendaval guaraní durante la media hora inicial (Alisson descolgó de un ángulo un remate furibundo de Damián Bodabilla), encontró espacios en ataque y rápidamente causó daño.

La primera alegría pudo haber nacido de los pies de Lucas Paquetá, pero malogró su chance de penal y despertó el murmullo de los hinchas. Aunque rápidamente Vinicius les cambió el sonido a las tribunas: fabricó una gran jugada, se escabulló en el área grande a pura velocidad y, antes de que el arquero Rodrigo Morínigo le cerrara todos los caminos al gol, definió rasante a la red para el 1-0.

A partir de ese momento, el crack de Real Madrid, gran candidato a quedarse con el Balón de Oro, fue agigantando su imagen y se convirtió en una verdadera pesadilla para la defensa albirroja. Ocho minutos después su socio Rodrygo se escapó por la banda izquierda, mareó a pura gambeta a Gustavo Velázquez y desenfundó un zurdazo que explotó en los guantes de Morínigo. El N°1 no pudo embolsar la pelota, Matías Espinoza tampoco pudo despejarla y, en el rebote, Savinho la empujó a la red para el 2-0.

Con Brasil dos gritos arriba en el marcador, Vini aprovechó para lucirse con pisadas, bicicletas y gambetas. Estos lujos calentaron el encuentro y provocaron que Mathías Villasanti y Fabián Balbuena se le fueran al humo al delantero. Ambos jugadores paraguayos recibieron la tarjeta amarilla, no así el N°7 verdeamarelo, que respondió los gritos e insultos con un doblete.

Su segunda conquista, al borde del cierre de la etapa inicial, llegó tras un blooper rival: como una bomba, la pelota quedó boyando en el fondo, Alderete no la despejó, Morínigo tampoco salió y el exFlamengo se la llevó puesta para el 3-0.

En el complemento, cuando parecía que Brasil se encaminaba para una paliza histórica en la Copa América, Paraguay descontó con un golazo de larga distancia de Alderete, quien redimió su error, y buscó por cielo y tierra el empate heroico. Pero se topó con los guantes seguros de Alisson.

Los de Daniel Garnero parecía estar cerca del 3-2 en Las Vegas, pero hubo otra mano en el área propia que el árbitro Piero Maza consideró penal y toda la ilusión se desvaneció, ya que Paquetá no volvió a fallar desde los doce pasos y firmó el 4-1.