Max Verstappen repitió la dosis del viernes: el triple campeón del mundo se impuso en el Sprint del sábado en el Gran Premio de Austria y luego logró otra pole position al colocar a su Red Bull por delante del McLaren de Lando Norris, que de nuevo lo acompañará en la primera fila.

La pole fue la número 40 para el neerlandés de 26 años y la quinta en el Red Bull Ring, sede del equipo, donde ganó más veces que cualquier piloto actual y puede contar con el gran apoyo de su "ejército naranja" de seguidores.

George Russell, de Mercedes, fue el tercero más rápido con su Mercedes, después de que se dictaminara que Oscar Piastri de McLaren había excedido los límites de la pista y fuera degradado al séptimo lugar en la parrilla.

Carlos Sainz, de Ferrari, largará cuarto en el Red Bull Ring de Spielberg, con el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton (Mercedes) ubicado quinto y con el monegasco Charles Leclerc colocado sexto, con su Ferrari.

"Intentamos ajustar el coche un poco después de las cosas que aprendimos por la mañana, creo que funcionó bien", dijo Verstappen, quien fue perseguido duramente por los pilotos de McLaren en el Sprint pero sin poder superarlo.

Ya en la clasificación, Verstappen consiguió la pole provisional con una vuelta de 1m04s426 y luego fue aún más rápido con un giro final de 1m04s314, para dejar sin opciones a sus rivales. "Ha pasado un tiempo desde que hemos estado en la pole (para un gran premio), así que es genial", dijo Verstappen, sin contar el primer puesto en el Sprint. "Es una gran sensación. El equipo ha estado trabajando muy duro para hacer que el coche sea más competitivo y creo que es una gran declaración".

Norris, el rival más cercano del campeón, pero a 71 puntos de distancia y sintiéndose mal durante todo el fin de semana, no tuvo respuesta y terminó la sesión 0,404 más lento. "Creo que fue todo lo que pudimos hacer hoy. Max estaba en su propia liga. Claramente, mucho más rápido que nosotros, así que estoy feliz", dijo el británico. 

Por el contrario, el mexicano Sergio Pérez, de Red Bull, vovlió a defraudar al clasificarse octavo, por delanter del Haas de Nico Hulkenberg.