Miguel Lifschitz volvió ayer de Buenos Aires sacando cuentas, luego de escuchar la propuesta que el presidente Mauricio Macri y sus principales ministros le bajaron a los gobernadores. Y fueron tantas las variables en juego que anoche en la Casa Gris todavía no tenían en claro si de esta Santa Fe saldrá perdiendo o empatando. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, les aseguró que las provincias no sufrirán recorte de recursos, porque será el gobierno nacional el que les compense con recursos propios lo que pasará a Buenos Aires. Es que quien sí celebra desde ayer es la bonaerense María Eugenia Vidal, que ganó su pulseada por el Fondo del Conurbano. "Esfuerzo compartido", les dijo Macri y los exhortó a reducir un punto de déficit fiscal para llegar al 3,2% de cuentas en rojo para el año que viene. "Pero ellos mismos reconocen que el mayor déficit fiscal es el del estado nacional", advirtió ayer el ministro de Economía santafesino, Gonzalo Saglione a Rosario/12. Quedaron en reencontrarse el jueves próximo para que los gobernadores contesten si aprueban o no las reformas propuestas por el gobierno de Cambiemos.

Lifschitz comentó que la reunión convocada en Casa Rosada por el presidente, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los ministros Dujovne y el de Interior, Rogelio Frigerio, "fue informativa, no se abrió al diálogo". Con esa impronta, requirieron a los gobernadores apoyo explícito para que en el nivel legislativo -en la nación y en cada provincia- se aprueben las leyes necesarias para lo que llamaron "un consenso fiscal". Y en ese paquete entran la reforma previsional, la reducción de algunos impuestos y la creación de otros.

"El objetivo planteado es bajar en 2018 el déficit fiscal al 3,2%, y que eso se haga con un esfuerzo compartido entre Nación y provincias. Para cumplirlo, plantean metas de equilibrio fiscal que las provincias debemos cumplir", contó el gobernador santafesino.

El grueso de la reforma tributaria propuesta "apunta a disminuir el impacto de impuestos distorsivos sobre la economía", celebró con alguna prudencia el jefe de la Casa Gris. Quieren achicar el impuesto al cheque y que las provincias hagan lo mismo con el impuesto a los Ingresos Brutos, todo en cinco años. En su lugar, Nación implementaría un impuesto a la renta financiera y obligaría a un revalúo de activos para reforzar la recaudación de los impuestos inmobiliarios. Y esos nuevos gravámenes serían coparticipables. "Cualquier modificación a Ingresos Brutos tendrá impacto", presintió Saglione, consultado por este diario. Es que ese tributo representa más del 70% de la recaudación impositiva santafesina. El Inmobiliario, sólo el 7%.

 

Quien sí celebra desde ayer es la bonaerense Vidal, que ganó su pulseada por el Fondo del Conurbano.

 

A priori, la batalla por el Fondo del Conurbano (FdC) fue victoria para la pretensión bonaerense, que recupera la masa coparticipable original con la que esa fuente de recursos se creó en 1994. Macri intentó ser salomónico, y para no sacarle a las provincias lo que debe darle a Vidal -es que hasta sus gobernadores afines mostraron los dientes- decidió eliminar el artículo de la Ley de Impuesto a las Ganancias que establecía el 10 por ciento de esa recaudación para constituir el FdC, con un tope de 650 millones de pesos. Ahora ese monto, más otros porcentajes en Aportes del Tesoro Nacional y 20 por ciento para Anses pasarían directamente a la coparticipación federal, que aumentaría unos 230 mil millones de pesos este año. De esa manera, el Fondo del Conurbano desaparece como tal y Nación confía en compensar a las provincias con esas asignaciones redirigidas que aumentarán la coparticipación.

Pero ese 20% de Ganancias que perdería Anses sería compensado con el total de recaudación del impuesto al cheque. "Eso perjudicará a las provincias -advirtió Saglione- pero a cambio Nación promete equilibrar con transferencias automáticas el año que viene a las provincias, que desde 2019 serían ajustables por inflación".

Lifschitz confió en que "el gobierno compensará con mayores aportes para no desfinanciar las provincias". También comentó algunos tratamientos específicos para economías regionales, como la eliminación del impuesto al vino, también para la producción de alconafta. Y en el caso santafesino, el gobernador pidió consideraciones de benevolencias tributarias para las fábricas de cerveza, las curtiembres y las pymes que fabrican biodiesel.

"Vamos a estudiar en detalle la propuesta, tratando de aunar posiciones con los otros gobernadores, y veremos hasta dónde podemos acompañar y en qué tengamos que plantear diferencias o posturas disidentes. Pero hay voluntad común de contribuir a cumplir metas de equilibrio fiscal, y aliviar la carga tributaria sobre la producción, la industria, sectores que pueden movilizar la generación de empleo", señaló el socialista.

Macri y sus alfiles los esperarán el jueves próximo con la expectativa de conseguir el consenso propuesto.