Desde Corrientes

“No se vayan de Corrientes” dice como lanzando una plegaria desesperada. Es una mujer de 40 años que nació en 9 de julio, este pueblo que de un momento a otro comenzó a concentrar la atención de todo el país. Loan Peña desapareció aquí el 13 de junio. La mujer y otras personas insisten por lo bajo en que la prensa no abandone el lugar. Porque la verdad parece cada vez más lejos y los vecinos de este pequeño pueblo de cuatro mil habitantes temen que sin la presencia de los medios, el caso nunca se resuelva. Este sábado el caso dio un nuevo giro que sorprende tanto como la inesperada ola polar que llegó a la provincia mesopotámica, en general calurosa: Laudelina Peña, la tía de Loan, habría declarado que la pareja formada por la ex funcionaria María Victoria Caillava y el marino Carlos Pérez atropellaron sin intención a Loan, subieron el cuerpo al vehículo y lo enterraron en algún lugar. El abogado de la familia de Loan confirmó que pidió la detención de Laudelina tras su declaración frente a un fiscal provincial y que provocó un giro inesperado en el caso. En ese sentido, Gustavo Bried destacó que durante estas horas se solicitaron más de 25 diligencias procesales y probatorias.

De las diversas hipótesis que manejaba la Justicia, la del accidente fatal comienza a ganar terreno tras una extensa declaración de Laudelina durante seis horas ante la Justicia provincial de Corrientes. Durante la mañana del sábado los ojos estuvieron puestos en la Fiscalía de Goya, una ciudad de unos cien mil habitantes y la más grande después de la capital provincial, en donde declaró la tía. El desconcierto fue total y el gobernador Gustavo Valdes sumaba su cuota tuiteando sobre el caso: “Se ha dado un gran pasó en la resolución del caso Loan”

La Policía federal y canina, en conjunto con drones especiales, realizan un extenso rastrillaje en el basural que Laudelina, tía de Loan, marcó como posible lugar en el que María Victoria Caillava y Carlos Pérez habrían enterrado el cuerpo del nene después de atropellarlo. Para el mediodía ya se había desplegado, de manera paralela y sin resultados, nuevos operativo de búsqueda en la zona del Paraje Algarrobal. Como si se tratara de una espiral que siempre se termina enroscando sobre sí misma, una y otra vez la Justicia y la policía retorna sin éxito al este paraje, donde comenzó toda la historia.

Este lugar es, justamente, un bosque de algarrobos. Pantano, campo y muy pocas viviendas se agrupan a los pies de estos árboles de ramas longevas que se enredan entre sí. Un paisaje, que como dirá Cristian, el hermano de Loan, el chico conocía muy bien y en el cual no podía perderse. 

No más oídos sordos

La mujer de 9 de Julio que habla con Página 12 pero prefiere no decir su nombre, va acompañada de su marido, quien se jubiló hace unos meses. Tras eso regresaron de Buenos Aires al pueblo natal. Caminan juntos por el costado de la ruta mientras hablan con murmullos, como todos aquí: “Dormíamos con las ventanas abiertas, dejábamos las bicicletas sin candado. Pensábamos que nos conocíamos todos pero ahora tenemos miedo”. Son las únicas personas en la calle. Solo pasan, cada tanto, motos que manejan adolescentes (es típico que en algunos pueblos ciertas normas de tránsito se relajen más allá de lo permitido) o camiones que van en dirección al próximo pueblo. La gente se asoma a las ventanas pero cuando llegan los medios, se ocultan. Alguien explica que por un lado, es importante que se siga hablando del caso pero que también, hay miedo a la policía, a salir en una foto, a hablar y que algo moleste.

Un comerciante del pueblo asegura que lo del accidente “es imposible, porque los accidentes pasan todo el tiempo y nadie va preso por un accidente”. Conoce a Loan, lo vio un día antes de la desaparición cuando fue con su madre a comprar al negocio. Como muchos en el pueblo, repiten casi como un mantra una demanda que sostienen por más giros que tenga el caso: “que hablen”.

Unas horas más tarde, la gente de 9 de Julio se junta para marchar hasta la casa del matrimonio de María Victoria Caillava y Carlos Pérez. Las marchas fueron una constante durante estos días, de manera autoconvocada veinte, treinta, cuarenta personas se reunieron en el centro de los distintos puntos de la provincia con la foto de Loan abrazada al pecho y una bandera con la frase unificada: “Todos por Loan”.

“Ellos tienen miedo cuando el pueblo se organiza” dice Estela Ojeda, tiene 56 años y vive en San Isidro, un pueblo similar a 9 de Julio. Fue delegada de la FONAF (Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar) y conoce muy bien la zona, la camina, habla con la gente: “No podemos hacer oídos sordos, los medios de comunicación son fundamentales porque si no, acá queda todo en la nada”. Estela recuerda que “esto” ya sucedió una vez muy cerca de donde en estas horas buscan a Loan. Carlos Fernando Gonzales tenía dos años cuando festejaba un cumpleaños junto a su tía en el paraje La Bolsa, en Lavalle, a 45 minutos de 9 de Julio. Fue en el año 1993 que desapareció y hasta hoy no se sabe nada de él. En la zona y por estos días no hay nadie con más de cuarenta años que no lo recuerde.

Accidente o distracción

En las próximas horas se harán peritajes y allanamientos para confirmar los dichos de la tía del chico. Según la declaración testimonial de Laudelina, pasadas las dos de la tarde del pasado 13 de junio, la camioneta del almirante Carlos Pérez habría embestido contra Loan Peña, que regresaba en busca de su padre en el camino del famoso naranjal. Pérez y Caillava lo habrían atropellado sin intención, según el relato en sede judicial de la tía del chico. “Dicen que declaró que fue atropellado. Pero Laudelina lo hizo ante la Justicia Provincial y ante el Jefe del Ministerio Público de Corrientes, que se habían declarado incompetentes porque el caso pasó al fuero federal. Nunca había visto una cosa así” explica una abogada muy cercana al caso. Hay quienes también vienen siguiendo los pasos de la investigación y aseguran que se trata de un manejo para cerrar la causa lo más rápido posible y que se caiga la hipótesis de trata.

“Es todo mentira” dice Cristian, el hermano de Loan durante la marcha en 9 de Julio, refiriéndose a los dichos del gobernador. Dos de sus hermanos ya habían estado en la convocatoria multitudinaria en Corrientes. Cristian cuenta que era el más apegado a Loan y que iban a hacer mandados juntos: “Los extraño y hay que marchar hasta que se esclarezca todo el caso” declaró en una radio local.

“Yo creo que este último giro de la causa se trata de una distracción o por lo menos un intento de obstruir la investigación que está llevando a cabo la Justicia Federal” dice José María Serbin, ex Delegado del NEA de la Dirección del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata de Personas, dependiente de Jefatura de Gabinete de Ministros. Para él es una actitud desesperada del sistema provincial en donde “indudablemente el gobernador es parte, es inentendible que salga con un tuit prácticamente a resolver un caso que hace medio mes que tiene a la sociedad en vilo”. Serbin apunta que la semana que viene habrá reunión en comisiones en el Congreso Nacional --y él está invitado como expositor-- para “desempolvar” los proyectos que hay desde hace 14 años para tipificar el delito de compra y venta de niños y adolescentes en Argentina.

El sacudón de este fin de semana se siente en las calles de Goya, una ciudad en donde se le presta atención a cada movimiento y crece la desconfianza: “Está dividido entre quienes piensan que algo tiene que ver la familia y quienes piensan que viene de la policía” dice un comerciante. El caso de Loan puso en cuestión tres instituciones que son pilares en la idiosincrasia del lugar: la policía, la familia y la justicia. El giro que dio el caso no prende en la gente que sigue exigiendo que se diga la verdad, una verdad extraviada que parece perderse en un pantano, como también se dijo del chico cuyo paradero aún se desconoce.

Que el domingo sea el día más tranquilo en los pueblos correntinos es otra de las reglas que parece quebrarse, el minuto a minuto de este caso marca el ritmo de la vida cotidiana, que continúa pero con la esperanza de poder responder la pregunta ¿dónde está Loan?