Dibu Martínez (6): habría que ver si cuando Garnacho se la pasó casi desde mitad de cancha durante el primer tiempo no fue para despertarlo. Testigo absoluto de la primera parte, el crack que juega con las manos se pudo divertir un poco más en la segunda con alguna que otra atajada. Cierra invicto la primera fase.
Gonzalo Montiel (6): mejoró con el correr de los minutos cuando se fue soltando para sumarse al ataque, atento a que Perú no llevaría ningún tipo de peligro con sus intenciones. El penal vino por una incursión suya. Perdió cerca del final con el cabezazo que dio en el palo, pero luego se cobró venganza con un enganche que le "rompió" los tobillos al cabeceador.
Germán Pezzella (5): quedó expuesto cuando Reyna lo sacó a bailar en la primera parte. Después, no sufrió sobresaltos como casi todo el fondo nacional. Salió sobre el final para darle minutos a un colega.
Nicolás Otamendi (6): con Lisandro Martínez aparentemente asentado como titular, el seis campeón del mundo está transitando una transición para nada fácil como primera opción de recambio para la zaga. Buen partido del "veterano" de 36 pirulos.
Nicolás Tagliafico (7): aunque no valió, su aparición goleadora le suma un puntito. Muy claro para salir desde el fondo cuando tuvo la pelota en sus pies. Su disputa con Acuña por el lateral izquierdo es parejísima. Cada vez que juega uno de los dos, lo hace bien.
Exequiel Palacios (4): el puntaje puede resultar exagerado -para mal- con el equipo arriba por 2 a 0, pero la verdad que lo del tucumano fue muy flojo. Poco participativo y muy desafortunado cuando tuvo la pelota. No pareció estar jugando para ganarse el puesto.
Leandro Paredes (6): acaso el más lúcido del mediocampo, aunque tampoco es mucho decir, honestidad obliga. Su bombazo de tiro libre sorprendió a propios y extraños, aunque más lo hizo su penal desperdiciado.
Giovani Lo Celso (5): su versión de generador de juego, aquella que deslumbró en la Finalíssima, no apareció. Le quedó el gol servido en la primera parte y definió al medio. Una infracción suya le costó el gol a Tagliafico por falta al arquero, una función peligrosa que viene cumpliendo últimamente.
Ángel Di María (7): cuando Fideo activó, fue otra cosa. Ante la ausencia de Messi y De Paul, toda ocasión de peligro dependió de la iniciativa del capitán y sus enganches indomables. Asistencia en el gol y autor intelectual de la jugada del penal. Con poquito, un crack: nunca te deja a pata.
Lautaro Martínez (9): el bahiense está de buenas. Las dos que tuvo las mandó a guardar y la que le sacó Gallese fue prácticamente autogenerada. El segundo gol es prueba irrefutable de que no hay que dar por perdida ninguna pelota. Casi que un optimista del gol. Cuatro festejos en 123 minutos: tremendo.
Alejandro Garnacho (5): la expectativa por su primer partido "por los puntos" -sólo había jugado amistosos- superó al rendimiento final del prometedor europibe de 19 años. Activo en la primera parte, yendo para adelante aún cuando se enfrentó a más de un defensor. No le salió casi ninguna, pero mostró amor propio al recuperar un par de pelotas que él mismo perdió.
Nicolás González (5): el polifuncional preferido de Scaloni -Samuel en este caso- sumó media hora de acción como para mantenerse en forma. Por alguna razón es uno de los más criticados en redes sociales. No se entiende. Se pueden esperar grandes cosas del exArgentinos.
Enzo Fernández (5): entró para reemplazar al alicaído Paredes, que venía de errar el penal. Intento hacerse manija desde el fondo pero se lo sigue notando fuera de ritmo a quien supo ser uno de los mejores de la final del mundo 2022. Difícil que sea titular la próxima ronda.
Guido Rodríguez (-): su ingreso por Lo Celso fue para la estadística.
Valentín Carboni (-): el otro europibe del plantel jugó poquito, pero al menos vivió desde adentro el gol del 2 a 0. Metió una infracción sobre el final y mostró sangre.
Lucas Martínez Quarta (-): entró a falta de nada y, como en Qatar 2022, con su ingreso todos los jugadores de campo ya sumaron minutos en la Copa. Para mala fortuna suya, no quedó muy bien parado en el cabezazo peruano que dio en el palo.