En 1993, Johnny Cash estaba entre contratos discográficos y a punto de embarcarse en una colaboración emblemática con el productor Rick Rubin que abarcaría los últimos 10 años de su vida, comenzando con American Recordings de 1994. Durante ese momento crucial de su carrera, Cash se sumergió en la creación y grabación de demos originales que mostraban su destreza como compositor, que ahora, tres décadas después, ven la luz.
El hijo de Cash, John Carter Cash, redujo las grabaciones a sólo la voz y la guitarra acústica de su padre, y reclutó al coproductor David “Fergie” Ferguson y a algunos músicos con los que su padre había colaborado anteriormente para completar las grabaciones.
Titulado Songwriter, el álbum cuenta con 11 canciones, todas escritas por Cash. Solo dos canciones son familiares para los fans de los discos de Rubin: "Drive On" y "Like a Soldier", que habían sido lanzadas previamente en American Recordings.
Enfatizando el papel de Cash como compositor, esta colección existe en contraste con sus álbumes típicos o actuaciones en vivo grabadas, que a menudo mezclan sus propias composiciones con canciones de otros autores. Este álbum permite a los oyentes apreciar a Cash como intérprete, compositor y letrista, destacando una intersección única de su viaje artístico.