El Vaticano prohibió a los trabajadores de la Basílica de San Pedro exhibir tatuajes o perforaciones en el cuerpo para mantener el "decoro". El nuevo reglamento, publicado el sábado pasado, se aplica a los 170 empleados laicos de la Fabbrica di San Pietro, el departamento encargado de la basílica.
El reglamento establece que todo el personal -incluidos los denominados “sampietrini”, los encargados de la recepción, vigilancia, limpieza y mantenimiento- debe tener "una conducta religiosa y moral ejemplar, incluso en la vida privada y familiar, conforme a la doctrina de la Iglesia".
El documento, publicado el pasado 29 de junio, establece también que los trabajadores deben “cuidar su aspecto externo de acuerdo con las exigencias y costumbre del entorno de trabajo”.
En ese sentido, la institución aclara que “los tatuajes visibles en la piel y los piercings están prohibidos”.
Además, dice el reglamento, los empleados deberán “llevar una vestimenta decente y adecuada a la actividad que vayan a desempeñar”.
“Se exige al personal que tenga un comportamiento educado mientras esté de servicio, respetuoso con el lugar sagrado y correcto con los demás y con el entorno”, agrega el documento.
El padre Enzo Fortunato, jefe de comunicaciones de la basílica, sostuvo este lunes que estos códigos normativos "han estado vigentes en el pasado de una forma diferente", al tiempo que negó la información publicada por la prensa italiana que indicaba que a los laicos que no estaban casados se les prohibiría trabajar en la Fabbrica di San Pietro, calificando los informes como "chismes".
La Iglesia Católica enseña que las relaciones sexuales entre parejas no casadas son pecaminosas y que incluso las parejas comprometidas para casarse deben observar la castidad. Sin embargo, el papa Francisco ha hecho enojar en el pasado a algunos conservadores respecto a este tema, al repetir que la Iglesia Católica debería centrarse en la misericordia y el perdón en lugar de en la estricta aplicación de sus reglas.