Un tercio de los casi 3 mil expedientes iniciados en la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor en lo que va del año se fundan en problemas financieros domésticos. Personas, familias, que han empezado a tropezar con el manejo de deudas corrientes para completar el presupuesto hogareño de cada mes. Ha crecido la morosidad en los pagos de tarjetas de crédito, préstamos personales y de billeteras virtuales, y emerge un rasgo preocupante: deudores del sistema financiero que toman más deuda para cancelar las anteriores.
El informe indaga en los 2.880 trámites iniciados por la ciudadanía en este primer semestre ante la repartición sita en Mitre 930. Y connota el agravamiento de la economía familiar promedio desde la devaluación monetaria de diciembre y el retraso de los salarios respecto de la inflación.
La directora de la Oficina, la ex concejala Silvana Teisa manifestó preocupación por la tendencia. "Lo que más me llama la atención es la manera con la que en la últimas semanas se ha acrecentado la cantidad de personas que asistieron a la oficina para pedir asistencia en solicitar planes de financiamiento por atraso en los pagos de tarjetas de crédito, créditos otorgados por Mercado Pago o en préstamos personales. Notamos que los usuarios ven en el sector financiero una salida a la urgencia de poder satisfacer sus necesidades. La gente se re endeuda para pagar sus deudas", señaló.
Es que de los trámites iniciados, el 27 por ciento corresponden a problemas financieros de la población. Del examen de los casos planteados ante la Oficina, surge un dato cada vez más presente: en los resúmenes de cuenta de tarjetas de créditos en mora los agentes observan la aparición de gastos relacionados con compras de alimentos y artículos de canasta básica, pero al comienzo del período. Es decir, que la gente se está financiando con tarjeta de crédito cada vez más y más pronto. "Estos gastos antes los veíamos a fin de mes, no al principio", advirtió Teisa como indicador del deterioro de las finanzas familiares de quienes llevan su problema a esa repartición municipal.
El informe distingue "un ciclo preocupante de endeudamiento que afecta la estabilidad financiera y capacidad de ahorro. Se ingresa en el círculo de tomar deuda para pagar deuda. Usuarios y usuarias se ven obligados a buscar nuevos préstamos para poder hacer frente a créditos preexistentes", concluye acerca de las visicitudes que emergen en la economía local.
En muchos casos –apunta el trabajo de la Oficina Municipal– el aprieto económico lleva a las personas a acudir a mutuales, financieras, o prestamistas informales que conceden crédito sin mayores restricciones pero con "intereses realmente inalcanzables, irraccionales e incumplibles".
Asoman también como consecuencia de esta situación reclamos diversos sobre la solicitud de planes de pago y refinanciamiento a entidades del sistema, informes de los bancos de datos financieros como el Veraz y Nosis; y también el incremento de ciberdelitos o delitos informáticos, una variable que "se incrementa con el deterioro de la situación económica del país", señala el dossier de la Oficina del Consumidor.
Otras mañas del sistema
Luego, el trabajo divulgado ayer bucea en otros motivos de reclamos recibidos. El 44% de las denuncias vinculadas a tarjetas de crédito refieren casos como plásticos que llegan al consumidor sin haberlos pedido y que le generan un cargo con pretensión de cobro. "Muchas de estas prácticas –cuestionó Teisa– se encuentran respaldadas por el DNU 70/2023 que provocó modificaciones en algunos artículos de la ley de tarjetas de crédito". También se repiten desconocimientos de compras imputadas en los resúmenes de cuenta, por consumos que el titular de la tarjeta afirma no haber realizado.
Las billeteras virtuales también suman quejas. El 9% de los trámites son denuncias por transferencias que no impactaron en la app, bloqueos de cuentas, pagos duplicados, demoras de reintegros, etc. "La gran mayoría de las consultas corresponden a la app Mercado Pago", puntualiza el informe.
Hay un 7% de denuncias que refieren a seguros cargados sin conocimiento cierto del usuario en las tarjetas de crédito o caja de ahorros. "Nunca fueron solicitadas por el titular, pero le generan un costo que debe afrontar. Por lo general, estas compañías de seguros suelen estar domiciliadas en la provincia de Buenos Aires", refiere el informe.
Un capítulo del trabajo repara en una queja reiterada de los consumidores rosarinos sobre la deshumanización que impone el sistema financiero para con sus clientes. "Es difícil comunicarse con una persona que pueda resolver, o incluso responder, las inquietudes que no puede atender el ‘bot’", indica el documento al exponer este motivo de consulta.
Fundamenta este rasgo con testimonios de usuarios y datos de una encuesta sobre tiempo de espera en los bancos de la ciudad. "En ella registramos que los jubilados que cobran sus haberes por Caja tienen que esperar en promedio 1 hora y 28 minutos. Este año la problemática se mantiene y, en algunas entidades bancarias, se ha agudizado", denuncia el informe. Y advierte que eso infringe la ley provincial n° 13.712, que considera como ‘práctica abusiva’ y contraria al ‘trato digno’ la espera en el interior de la entidad por un lapso mayor a treinta (30) minutos, así como también la espera en el exterior, a la intemperie, en condiciones de incomodidad que obligan a soportar inclemencias climáticas, algo absolutamente habitual en la ciudad de Rosario".