El senador socialista por el departamento Rosario, Miguel Cappiello, traza un balance de su primer año como legislador, enumeró sus principales proyectos en la Cámara alta, analiza la relación entre provincia y nación y da su punto de vista sobre la reforma constitucional que propone el gobierno de Miguel Lifschitz. “Más allá del color político, lo importante es trabajar para brindarle soluciones  a la ciudadanía”, razona.

-Frente a alguien que casi toda su carrera política ocupó cargos en el Ejecutivo, hasta llegar a ser durante casi siete años ministro de Salud de la provincia, uno se ve tentado a consultarle sobre las diferencias que encuentra con el ámbito legislativo.

-Este ha sido un año diferente. En el primer caso, uno planifica estratégicamente según su criterio y basándose en múltiples factores como el presupuesto, decisión política y tiempo, pues en la Argentina de hoy es muy complejo poder ejecutar un presupuesto tal como se planteó originalmente. En cambio, en el Legislativo, uno tiene que generar consensos internos y en función de eso avanzar. Aún así, el departamento Rosario es el más grande de la provincia, y el que tiene mayor cantidad de habitantes por lo cual hay mucho trabajo permanentemente.

-Considerando que la mayoría de los senadores de los departamentos no son de su color político. ¿Cómo se las arregla para trabajar?

-Más allá del color político, lo importante es trabajar para brindarle soluciones  a la ciudadanía. En ese sentido, tengo muy buen trato con todos los presidentes comunales e intendentes del departamento. Visito las localidades con frecuencia y busco dar respuestas a las distintas problemáticas que se presentan. Además, cuento con el respaldo de un organismo que creó Lifschitz cuando era intendente, el Ente de Coordinación Metropolitano, que es de gran ayuda al momento de articular políticas regionales.

-Entre los proyectos de ley que presentó en la Cámara alta, “Alcohol Cero” quizá sea el que cobró mayor relevancia pública y consenso en la comunidad. ¿Esto se vio reflejado en el Senado?

-De todos mis proyectos, el que queda con mayor deuda es alcohol cero. Ingresó a la comisión de Seguridad que preside Armando Traferri, con el cual dialogué en reiteradas oportunidades, me brindó su apoyo para avanzar sobre la iniciativa que, aunque aún no se ha logrado plasmar en los hechos, estoy seguro que el próximo año durante las sesiones ordinarias tendrá consenso para su tratamiento en el recinto.

-El grueso de las organizaciones se  mostró a favor pero otras lo cuestionaron alegando dificultades sobre los controles ya existentes. ¿Qué hay de cierto en este argumento?

-Creo que esos argumentos responden en parte a intereses personales y en parte al desconocimiento o confusión sobre el proyecto de ley. Por eso, es necesario aclarar que la iniciativa, no prohíbe la ingesta de alcohol, lo que prohíbe es manejar habiendo bebido esta sustancia. Por otro lado, están comprobados los efectos que las bebidas alcohólicas generan en el cuerpo, actuando como un depresor del sistema nervioso central y poniendo en riesgo la propia vida como la de los acompañantes y peatones. Hay que recuperar los valores y fortalecer la educación vial; no puede ser que haya gente que maneje alcoholizada.

-¿Cómo ve la articulación entre Nación y Provincia?

-Creo que el gobernador Lifschitz está haciendo grandes esfuerzos por mantener una muy buena relación con el gobierno de Macri. Hubo una desafortunada aseveración del Presidente diciendo que no podía trabajar en equipo con Santa Fe, luego salieron otras notas donde dijo lo contrario.

-Pero en lo referente a fondos de inversión pública…

-Desde Nación hacen anuncios de miles de millones en obras que hasta ahora no se ven, y lo más preocupante es el incumplimiento del fallo de la Corte Suprema sobre la deuda de los fondos de coparticipación que el gobierno nacional tiene con Santa Fe, lo cual hasta la fecha solo ha logrado sentar jurisprudencia y favorecer a otras provincias. No obstante, el ministro de Economía de la provincia viene tratando el tema con mucha prudencia para que en algún momento se concrete el pago. 

-Considerando la coyuntura económica ¿Puede la provincia suplir esa falta de obras con sus propios fondos?

-A diferencia del gobierno nacional, el gobierno de Lifschitz viene cumpliendo sus promesas. Se están haciendo una cantidad importante de obras, se ha licitado muchísimo. Por ejemplo, en el departamento Rosario, las obras de la ruta 21 prácticamente terminadas y la 26S que se licitó hace algunos días, también, el aliviador tres, una gran obra de ingeniería que se presentó en la vecinal Ludueña y el acueducto del gran Rosario, para llevar agua a todos los rosarinos y a Villa Gobernador Gálvez . Todas estas obras, hablan de un gobierno provincial que viene trabajando muy duro para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

-¿Y en el ámbito de la salud, como responde Nación?

-Lo que propone Nación es un sistema de salud que divide a la gente y que traerá como consecuencia que los que tengan capacidad de pago tendrán una mejor prestación que los que no cuenten con recursos suficientes. Con este plan, Nación subsidiaría la demanda, favoreciendo a los privados y haciendo un seguro de salud mientras que en Santa Fe subsidiamos la oferta de modo tal que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios, sin importar la capacidad de pago de cada uno. No veo bien la gestión en Salud, por ejemplo, aumentaron los casos de HIV y el gobierno solo ejecutó el 3,5 por ciento del presupuesto del programa nacional que combate dicha enfermedad. También hubo escasez en la entrega de medicamentos para tratar la tuberculosis y eso puede generar graves consecuencias.

-Otro de los temas que atravesó el año político, fue la reforma constitucional de la provincia. ¿Piensa que se podrá avanzar al respecto?

-La reforma constitucional debe hacerse y tiene que salir del consenso de todos los sectores, no solo del político sino también de la ciudadanía, pero hay dos puntos que traban su avance, y son la reelección del gobernador y la de los legisladores, aunque en otras hay consenso como por ejemplo, que los presidentes comunales tengan periodos de cuatro años y no de dos. También, sobre la garantías de derechos como el de la salud y otros que contemplan los cambios culturales y de paradigma que se fueron dando con el correr de los años.