"Vamos a hacer un invento/ que nos cubra del viento del desamparo" afirma un poema de Margarita Roncarolo que fue bandera, papelito de color, libro, secreto a voces, aún después de la partida de su autora hace cuatro años. A pesar de su muerte, la poeta de Rojas dejó muchos escritos y alumnos esparcidos por el país. Recientemente, sus lectores tienen para recordarla "Ladrarle al perro", el último poemario editado de manera póstuma por la editorial Santos Locos, que recoge poemas escritos entre el 2001 y el 2003. Para quienes la conocieron, no se trata de una casualidad que estos textos, que hablan sobre la arrasadora crisis, hoy sigan teniendo vigencia. Sus poemas continúan dialogando con el presente, haciendo de ella una voz que todavía tiene mucho por decirnos.
Roncarolo era cordobesa de nacimiento, pero vivió hasta su temprana adultez en Rojas. Allí durante años escribió la columna "Rojas joven", una experiencia que la marcó profundamente: le yudó a construir una marca personal que fue girando por varios diarios del pueblo, la bautizó como periodista y le enseñó el oficio de escribir.
Hija y nieta de ferroviarios, fue maestra, poeta en ratos muy libres y performer. También era el 50% de la Pequeña Cía de Kamishibai Caballo Loco (amigo de Toro Sentado) junto con Mariana Nadaja y Alejandro Berón Díaz. Con la compañía montaban en teatros y centros culturales, poemas, utilizando el Kamishibai, una pequeña estructura teatral muy popular en el arte de contar historias en el Japón del siglo XII. También fue fundadora del colectivo artístico AVIVE! con el que intervenían los 24 de marzo, las baldosas de los desaparecidos.
Durante treinta años, Margarita brindó clases de literatura en el IVA (Instituto vocacional de arte), una escuela artística pública que funciona a contraturno y ofrece talleres para niños y adolescentes. Francisco Figueras, que fue alumno suyo, relata: “el IVA tenía una estética bastante hippie, entrar en la clase de Marga fue una contraposición con eso. Te hacía escribir con insultos, con palabras distintas, te habilitaba el odio, la bronca. Vos llegabas, por ejemplo, y te preguntaba cómo estabas. Vos le decías, todo bien Marga, y ella te decía, no, ¿cómo todo bien? Si en la puerta hay cartoneros, vos no me podés decir que está todo bien. Te hacía tomar conciencia de la palabra y su valor todo el tiempo".
Alejandro Berón Díaz, alumno de Marga y también parte de Caballo Loco confiesa que su legado está relacionado con un aprendizaje sobre lo colectivo. “En sus clases no se trataba de escribir el mejor poema, sino del encuentro y el relato que se escribía en conjunto, en términos de mirada sobre el mundo. Ella reivindicaba a la escritura no como acto privado y solitario, sino comunitario. Para ella, el mejor poema era el que se compartía sobre la mesa", afirma.
Daniela Massanet, alumna también y hoy en día Licenciada en Artes, comenta que la pedagogía de Roncarolo se enmarca en las pedagogías críticas. Construía el conocimiento desde su propio hacer, reflexionaba sobre la acción y lo hacía con una perspectiva emancipadora, con carácter utópico. “La revolución es un sueño eterno, decía el cartel de la puerta que nos recibía al taller", afirma. "Ella no impartía desde las alturas, fomentaba el diálogo horizontal, instándonos a tener una subjetividad rebelde. Nos hacía cuestionar lo dado, nos enseñaba a sospechar. Me acuerdo de una vez que empezó a contar una estupidez, había visto una rata en su casa y todos nos horrorizamos y le preguntamos ¿cómo hiciste para exterminar a la rata? Y ella nos contó cómo la rata había agarrado un huevo y estaba haciendolo rodar para llevárselo. Ella y su marido se la quedaron mirando con amor, como a un animalito divino. Ella quería contar cómo era ese momento indecible, de asombro en medio de la vida cotidiana, algo que había irrumpido inesperadamente y que a ella le había parecido fascinante, aunque cargara con las tintas de lo horroroso", recuerda.
Nadaja, psicoanalista, colega y parte de la compañía Caballo Loco, dice que hoy extraña la habilidad que tenía Margarita para desarticular la culpa. “Creo que por eso activaba una potencia creativa en las personas que uno ni sabía que tenía. Extraño mucho eso. Pienso en su mirada en este contexto, creo que si bien estaría demudada como todos, también estaría buscando algo, cualquier grieta o pliegue en el arrasamiento que estamos viviendo, que le diera paso al invento que tanto proclamaba para salvarnos”, afirma.
Ladrarle al perro
El editor de Santos Locos, Marcos Grass, dice que haberla editado a Margarita fue una experiencia increíble. “Ella era presente continuo, siempre estaba haciendo, siempre estaba pensando para adelante y eso fue lo más trabajoso como editor, hacerla detenerse”, afirma. Marcos editó su primer libro, "Rosa o Muerte" y fue convocado por su marido, Hernán y un grupo de alumnas, para editar este nuevo libro póstumo “Ladrarle al perro”. Fue un trabajo de edición muy distinto, confirma. “A Mediados del 2021, un año después de la muerte de Marga, me llegó un libro con poemas inéditos, cuándo les pregunté de dónde había salido la selección, me respondieron que se trataba de una selección sobre una serie de archivos nominados por año, que arrancaban en los 2000 y contenían poemas, textos en prosa, sueños, fragmentos de lecturas, consignas", afirma.
Después de acceder al material completo, Marcos decidió proponerles editar los archivos por orden cronológico, dejando de lado los textos en prosa. “Creo que quedó algo que la representa dignamente, además de ser un libro necesario, sobre todo por esos primeros borradores escritos del 2000 al 2003. El mundo de la actualidad argentina se parece lamentablemente bastante a ese, una especie de caos-crisis y vuelta al neoliberalismo. Son poemas que no están para nada fuera de foco, muy vigentes y actuales. Creo que en ese sentido no fue algo buscado, sino algo que se dio naturalmente. La escritura de Margarita siempre fue muy política, muy del contexto, y Argentina es cíclica", afirma.
Dicen que Margarita era muy reticente a mostrar sus textos. Este libro inédito agrega una nueva capa de sentido a su obra, mientras representa a la poeta formada en Rojas con dignidad. El libro se puede adquirir a través de la web de Santos Locos. Sobre la vida y obra de Margarita, hay una página web realizada por su esposo, www.margaritaroncarolo.com, y además de los misteriosos textos inéditos por conocer de la autora.