El representante Permanente de la Argentina ante los Organismos Internacionales en Ginebra, Carlos Foradori, mantuvo el relato oficial sobre la represión y las detenciones arbitrarias del 12 de junio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. "No ha habido detenciones arbitrarias como señala el CELS", se enfrentó Fornadori al organismo de derechos humanos que había expuesto sobre la situación represiva en la previa y solicitado a la Relatoría en DDHH que visite la Argentina para "reforzar las obligaciones del Estado". 

"Las personas detenidas fueron 33 y, entre ellas, había vendedores ambulantes y personas que simplemente transitaban a unas cuadras del lugar. Estuvieron durante días injustamente presas en cárceles federales hasta que la jueza decidió liberarlas", respondió el CELS desde sus redes sociales a los dichos de Fornadori. 

El representante argentino en Ginebra --y ex vicecanciller de la gestión de Mauricio Macri, cuando firmó, "pasado de copas, un pacto que le otorgó a Gran Bretaña permisos de explotación comercial e hidrocarburífera-- se enfocó en mencionar a las cinco personas que aún permanecen detenidas, obviando la falta de mérito por "orfanda probatoria" que se dictó sobre las otras 28, y mencionó solo los pocos delitos que se sostienen en pie. 

"El gobierno se amparó en incidentes para criminalizar la protesta y dar un mensaje disciplinador", le recordó el CELS en la respuesta desde sus redes. Foradori tampoco mencionó la denuncia presentada por alguno de los detenidos respecto de la violencia institucional sufrida en los lugares de detención, que están bajo la órbita de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

También insistió en el argumento de que "se intentó tomar el Congreso nacional" y aprovechó el favor de la oposición dialoguista para resaltar que "se estaba discutiendo un proyecto de ley, que luego fue aprobado por la mayoría", cuando La Libertad Avanza está en amplia minoría en las dos cámaras. 

Foradori también habló de violencia y de grupos piqueteros e indicó que "las organizaciones sindicales que estaban protestando pacífciamente decidieron retirarse por la violencia de varios grupos piqueteros". El CELS contrapuso esa versión y le recordó al representante en Ginebra que "las organizaciones que participaban de la movilización tuvieron que retirarse por la violencia desplegada por las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos, camiones hidrantes y balas de goma contra ellas".

¿Cuál fue la intervención del CELS que motivó la respuesta del ex vicecanciller de Macri?

 La coordinadora del equipo Seguridad democrática y violencia institucional, Victoria Darraidou, expuso sobre el protocolo antipiquetes establecido por Bullrich, que permite "reprimir, desalojar y detener a los manifestantes sin orden judicial" y repasó las cifras que esa política de Estado provocó hasta el momento en las manifestaciones contra el gobierno de Milei: 665 personas heridas, dos personas que perdieron la vista por las heridas, 50 periodistas entre las víctimas de la represión y 80 detenciones arbitrarias. 

En la exposición se hace mención particular a la represión del pasado 12 de junio calificándola como  "una escalada inusitada de violencia estatal" y se resaltó las acusaciones de "terrorismo" e "intentar un golpe de Estado", que Fornadori repitió en su intervención; pero que no se sostuvieron en el Poder Judicial. 

Darraidou marcó ante la Relatoría de Derechos Humanos de la ONU que la situación se continuó agravando en la Argentina, pese a que ya se envió una comunicación al país, y pidió que se haga "un seguimiento cercano" y se organice una visita para "reforzar las obligaciones del Estado".