La política que rodea a la Eurocopa sigue sumando capítulos polémicos: ahora, el festejo de un gol abrió un incidente entre los Gobiernos de Alemania y Turquía, además de provocar la apertura de una investigación de la UEFA contra el futbolista Merih Demiral, autor de los dos tantos turcos en los octavos de final ante Austria.

El gesto que tuvo Demiral en la celebración de uno de sus goles en la victoria ante Austria motivó una investigación en su contra por parte de la UEFA, además de provocar una declaración de la ministra de Interior alemana, que calificó como "inaceptable" el comportamiento que tuvo el futbolista de la selección turca y el Al Ahly de Arabia Saudita. Del otro lado, el Gobierno turco calificó exactamente igual a la decisión de la UEFA de abrir el expediente contra el jugador.

El zaguero central se anotó con un doblete para darle el pase a su equipo a los cuartos de final del certamen, donde enfrentará a Países Bajos. Aunque fue el hombre del partido por sus goles, también dio que hablar por una polémica celebración que realizó en el segundo tanto: con sus dos manos hizo una seña similar a la cabeza de un lobo, la cual es muy representativa del movimiento "Ulkucu", también conocido como los Lobos Grises, que es una organización turca terrorista, ultranacionalista, neofascista e islamista, y según la Oficina Federal para la Protección de la Constitución alemana, tiene más de 12.000 miembros en Alemania.

Ante este panorama, el inspector de Ética y Disciplina de la UEFA comenzó una investigación de conformidad con el artículo 31 del Reglamento Disciplinario por "presunta conducta inapropiada" del futbolista. "A su debido tiempo se facilitará más información sobre este asunto", sostiene el comunicado de la UEFA.

Nancy Faeser, la ministra del Interior del Gobierno alemán, calificó de "inaceptable" los gestos con las manos que hizo el jugador turco en el duelo jugado en Leipzig. "Los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios. Utilizar la Eurocopa como plataforma para el racismo es completamente inaceptable", manifestó Nancy Faeser en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X en el que comentó un artículo sobre Demiral escrito en el semanario Der Spiegel. "Esperamos que la UEFA investigue el caso y estudie la posibilidad de imponer sanciones", planteó Faeser, en paralelo a la decisión de la organización.

Claro que la reacción en Turquía no se hizo esperar.  El Gobierno de Turquía calificó los gestos de Demiral como un "símbolo cultural" de su país y reprochó el proceso contra el defensor llevado adelante por la entidad futbolística. "Es inaceptable que la UEFA inicie una investigación contra nuestro futbolista nacional. Condenamos las reacciones políticas dirigidas contra un símbolo histórico y cultural utilizado de forma no intencionada durante una celebración deportiva", protestó el Ministerio de Asuntos Exteriores turco en un comunicado.

En la rueda de prensa posterior al partido, Demiral había dejado en claro que se trató de un festejo premeditado. ''Tenía en mente celebrar un gol como lo hice, tiene que ver con la cultura turca. Estoy muy orgulloso de ser turco, así que después del gol lo sentí en los huesos. Quería hacer algo así y estoy muy feliz de haberlo hecho", expresó el futbolista con pasado en el Sporting de Lisboa, Juventus y Atalanta.