Ricardo Quintela no necesitó canjear los votos de los legisladores riojanos en el Congreso, ni eliminar los Bocade como se lo exigió bajo amenazas el gobierno nacional, y tampoco debió renunciar a su posición crítica con las políticas de Milei, para que la obra pública, aquella que, según el propio presidente, debían realizar las empresas privadas sin intervención del Estado, vuelva a reactivarse según las etapas y los plazos previamente acordados con la gestión anterior. 

Previo a la sesión que terminó aprobando el proyecto legislativo de Milei, pudo verse a gobernadores y legisladores que, pese a ser críticos en sus discursos, tuvieron que adherir al voto positivo para que su provincias no se vean afectadas financieramente con amenazas públicas que esgrimieron el propio Francos, el ministro Caputo, el vocero Adorni y el mismo Milei diciendo que iba a “fundirlos a todos”. 

Si hasta Martín Menem se animó a amedrentar públicamente al gobernador y a los legisladores diciendo que si votaban a favor de la Ley La Rioja recibiría $75.000 millones de pesos más en concepto de coparticipación. 

No hizo falta entregar las convicciones ni la dignidad política para que las obras del túnel y ensanche RN75 Las Padercitas - Los Sauces, la ruta N73 Sección II (Los Cajones - Anguinán), la rotonda Chacho Peñaloza, el mantenimiento RN 38 acceso a La Rioja - Bazán, la planta compactadora de efluentes cloacales en General Juan F. Quiroga, la planta compactadora en La Rioja, el acueducto Río Salado Portezuelo - La Rioja, la planta de tratamiento de líquidos cloacales en Rosario Vera Peñaloza, la renovación del área central y pluviales en La Rioja y los centros de Desarrollo Infantil en Villa Unión y Chepes, sean posibles. 

“Reactivar la obra pública en nuestra provincia no solamente significa un beneficio para los riojanos, también garantiza la reincorporación de cientos de trabajadores que habían tenido sus actividades suspendidas. Nuestro único objetivo es mejorar la vida de los riojanos y riojanas y estamos convencidos de que solo a través del diálogo y el respeto se puede llevar beneficios y bienestar para todos y todas”, dijo Quintela en las redes, y luego, en declaraciones a los medios, manifestó que esta firma no implica ningún apoyo a las políticas públicas del gobierno. 

También en su discurso en San Vicente, recordando el cincuentenario de la muerte de Perón, junto a Axel Kicillof dijo “Somos oposición a este gobierno nacional”. Días atrás llamó la atención que gobernadores referentes del Norte Grande, que mantenían una posición política en bloque para trabajar en conjunto en favor de la región más antigua y olvidada del país, adhirieran a la firma del pacto de mayo prevista para el 9 de julio y votando la Ley Bases, a cambio de obtener derechos que la democracia federal per sé otorga. 

Quintela fue previsor desde el arranque y nunca renunció a sus ideas, demandando al gobierno nacional ante la Corte Suprema de Justicia, bloqueando con recursos provinciales el desastre económico de los tarifazos y lanzando una moneda propia para contener el salario de los trabajadores castigado por la inflación y el enfriamiento de la economía.