"Amia, a 30 años del atentado. Impunidad y encubrimiento", es el título de la actividad que se realizará hoy, a partir de las 18, en la Biblioteca Central de la Facultad de Humanidades y Arte. "Es una oportunidad extraordinaria", expresa Laura Ginsberg, integrante de la Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), que disertará hoy junto a otro de sus integrantes, Pablo Gitter. "Nosotros tenemos nuestra hipótesis, que el Estado argentino ha sido el responsable criminal y encubridor del atentado a la AMIA y estamos trabajando para tratar de demostrarla", asegura la activista por la memoria, quien señala que "esto tiene que ser tomado por los investigadores que tenemos en nuestro país en la rama de las ciencias sociales. Esto sería un paso muy importante y creo que la Universidad de Rosario nos abre una puerta este gigantesca como para que el tema trascienda, se difunda". El próximo 18 se cumplirán los 30 años del atentado que mató a 85 personas. 

La pelea de Apemia desde hace más de 20 años es obtener la apertura de los archivos clasificados del Estado argentino. "Nosotros no queremos que los archivos se abran para armar un archivo de la memoria de AMIA, nosotros queremos que esos archivos sean trabajados con el objeto de conocer la verdad y en ese en ese camino este la posibilidad que nos da la Universidad de Rosario es muy valorada por nosotros", aseguró sobre la actividad de esta tarde, organizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Facultad de Humanidades y Artes y por el Centro de Abordajes Interdisciplinarios de lo Sociocultural (CAIS), que dirige Edith Cámpora. La actividad de hoy será presentada por Santiago Montes, secretario de Derechos Humanos, con la coordinación de Cámpora y Federico Donner. 

"Desde hace mucho tiempo venimos intentando llegar a los ámbitos académicos. Esta posibilidad de acceder a la Universidad, a ámbitos donde hay distintos profesionales que vienen de la disciplina de la historia, de la comunicación, de la sociología, de la antropología, es realmente muy valiosa, porque nos permite contar esta parte de nuestra historia, como Apemia, pero por otro lado, poder transmitir la necesidad de que desde esos ámbitos se conformen grupos de investigación con jóvenes graduados, con investigadores que aborden el tema y que lo aborden desde el lugar que elijan", sigue Ginsberg sobre la invitación, que contó con el apoyo del decano de la Facultad, Alejandro Vila. 

Si bien se esperaba, la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que se conoció a mediados de junio "es importante porque puso en términos de mucha claridad que el Estado argentino usó el aparato judicial para encubrir y obstaculizar la investigación y también acusa al Estado de poner la institucionalidad al servicio de desvíos y del abandono deliberado de líneas de investigación. Es decir, confirma una acusación que a lo largo de todos estos años se vino sosteniendo, con el agravante de que en el camino hubo soluciones amistosas con el Estado argentino, se establecieron pautas de cumplimiento para superar esa impunidad y el Estado no cumplió ninguna prácticamente", indicó Ginsberg. 

El otro punto que desde Apemia resaltan del fallo es que "retoma el reclamo de apertura de los archivos secretos del Estado". Ese es un reclamo que Apemia sostiene desde hace más de 20 años, y que pone una lupa en los de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). 

Si bien hubo un decreto, en 2015, que ordenó abrir los archivos, la realidad fue esquiva. "No se puede acceder a esos archivos hasta hoy por múltiples motivos, primero porque hay una una resistencia y una obstaculización por parte de la Unidad Fiscal AMIA para hacer accesibles esos documentos. Los esconde, los niega. Cualquier posibilidad de acceso y publicidad de esos archivos está negado, no solo por parte de la de la Unidad Fiscal AMIA sino también por la ley de Inteligencia Nacional es decir, la apertura y el acceso a los archivos secretos de AMIA está circunscripto a lo que dicen por un lado la ley 25.520 decir la ley de Inteligencia Nacional y por otro lado, el último decreto de Alberto Fernández, del año 2020 en donde se ordena la desclasificación absoluta, lo cierto es que está totalmente restringida", sigue el relato Ginsberg. 

Lo que buscan, y vienen haciendo a medida que tienen documentos disponibles, es "la posibilidad de la lectura y el análisis de esa documentación". Así vienen haciendo con el material que ya tienen. 

Sobre la situación jurídica de la causa Amia, lo más reciente fue un fallo de la Cámara de Casación en relación al juicio por encubrimiento, que -considera Ginsberg- "ratifica la historia oficial, que se construyó desde el Estado desde el principio, y que dicen que la responsabilidad sería de Hezbollah, y la cobertura política de eso sería Irán". Más que insuficiente, esa respuesta judicial fue "la conclusión de varios años de juicio, casi diez años, de los tres juicios que se tramitaron en ese lapso y que se llevaron un tercio de los treinta años del aniversario que se cumple ahora. En ningún caso, tuvimos ninguna respuesta". 

No hubo ninguna decisión o por lo menos, no hubo ninguna resolución judicial que condenara a los culpables ni por la comisión del atentado, ni por su encubrimiento. "Entonces, 30 años después, lo primero que tenemos que decir es que los jueces han sido y son totalmente impotentes para explicar nada en relación al atentado. Es una vía que ha sido totalmente funcional a la construcción de la historia oficial que hoy está no sólo en el fallo de Casación, sino en lo que este enuncia el propio Milei, hoy es la responsabilidad del terrorismo internacional, de Hezbollah, y punto. Ahí se cierra el ciclo". 

Desde Apemia confrontan la construcción de esa historia oficial, porque consideran que "no hubo desde el Estado ninguna intención de esclarecerlo". Frente a ello, llaman a abrir los archivos, "permitir su acceso irrestricto, entregarlo al conjunto de la sociedad para que sea materia de análisis e investigación acerca de qué ocurrió por qué ocurrió, cuál fue el contexto que lo permitió. Esa va a ser para nosotros la única manera de acceder a la verdad. Creo que eso es lo que se plantea en este nuevo aniversario: historia oficial versus el conocimiento de la verdad a través del acceso irrestricto a los archivos secretos".