Desde la semana pasada el entorno del presidente del PRO prometía "un Macri menos condescendiente". Y, todo indica, ya comenzó a emerger. Mauricio Macri salió a reclamarle al presidente Javier Milei que cumpla el fallo de la Corte Suprema y libere los fondos extra de coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires. En una maniobra coordinada, lo mismo habían hecho desde el Gobierno porteño y también se sumaron los diputados del PRO con un proyecto de resolución (no firmaron los que responden a Patricia Bullrich). El que comandó la jugada en el Congreso fue el flamante titular del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, quien también corrió a Milei con el dólar: "Tenemos que sacar el cepo, con el cepo no va a haber inversiones". La idea de Macri parece ser comenzar a correr a Milei y presionarlo para que tenga que tomar algunas decisiones incómodas. Se terminó el tiempo de la ayuda gratis.
Milei había dado un paso en falso al comienzo de esta semana cuando vaticinó una "fusión" con el PRO, idea que a Macri no le gustó ni un poco. La primera respuesta del PRO fue un informe de la Fundación Pensar, firmado por Macri y por María Eugenia Vidal, donde señala las mayores debilidades de la gestión de Milei.
Pero la idea de Macri no era quedarse en ser un simple comentarista, sino comenzar a presionar con fuerza a Milei para que tenga que tomar decisiones de gestión. Sacarlo de su zona de confort, donde pide y pide apoyos al PRO pero nunca devuelve un centro. La primera señal de esto se vio en la Legislatura porteña, donde fue a dar su informe el jefe de Gabinete porteño, Néstor Grindetti. La sesión veía con el clásico ping pong con opositores, hasta que Grindetti, leyendo un texto previamente acordado, le apuntó a Milei por no cumplir el fallo de coparticipación: "Habiendo pasado más de 550 días de dicho fallo, la Ciudad recibió 0 pesos. A valores de hoy, la ciudad está dejando de percibir 88 mil millones de pesos por mes. Ya pasaron 6 meses del nuevo Gobierno: venimos pidiendo con firmeza que se acate el fallo. Aún con esta falta de recursos, continuamos gestionando de manera responsable y brindando servicios de calidad”.
Pronto quedaría claro que Grindetti no se cortó solo y que tampoco fue una idea solo del jefe de Gobierno, Jorge Macri. El mandatario porteño viene siendo muy paciente: desde que comenzó el nuevo gobierno se sentó varias veces con el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, pero no se llevó más que promesas de estudiar cómo se iba a pagar la suba de coparticipación que fijó la Corte durante el gobierno de Alberto Fernández
Reclamos porteños
El expresidente Macri se sumó como parte de una maniobra coordinada para forzar a Milei a tomar una decisión: o cumple el fallo de la Corte o se declara en rebeldía. "Desde antes de ser gobierno apoyamos al actual presidente. Sabíamos que se enfrentaría a una situación económica y social explosiva, y sin ninguna condición ni especulación lo acompañamos en sus iniciativas, especialmente en la materialización de la estratégica Ley Bases", le facturó el apoyo en el Congreso.
Y después le planteó que tiene que cumplir con lo que dijo la Corte: "Para alcanzar esos cambios, hay una condición anterior aún más importante que crear nuevas leyes, y es cumplir con las existentes, en especial, cumplir con los fallos irrevocables dictados por la Corte Suprema. Ese es el caso de la deuda de coparticipación que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires".
"No tengo dudas de que cumplir los fallos es la voluntad del Presidente, porque todos sabemos que sin instituciones (y no hay instituciones si no se cumplen las reglas), no habrá justicia, ni progreso, ni crecimiento, ni bienestar, ni inversiones", le marcó Macri, en su primera jugada pública para tomar distancia de Milei.
"El sacrificio que están haciendo todos los argentinos requiere de un gobierno ejemplar, que cumpla la ley de la misma manera que la exige. Vamos en el camino correcto, no podemos desviarnos", le exigió.
Este tweet es un parteaguas. Hasta ahora Macri se mostró condescendiente en público, mientras que criticaba en privado a Milei. Es la primera vez que lo emplaza y eligió para hacerlo una cuestión con la que lo puede incomodar, porque... ¿cómo va a justificar Milei que no está cumpliendo un fallo de la Corte?
Un poco de historia
Fue Macri el que, en su presidencia, modificó la coparticipación porteña (la subió unilateralmente) cuando traspasó la policía a la Ciudad. Alberto Fernández la volvió a bajar en medio de una crisis con la policía bonaerense. Previamente, su gobierno había señalado que los números no cerraban: decían que Macri le transfirió mucho más dinero a la Ciudad de lo que representaba el gasto de la policía. Para zanjar la cuestión, Fernández consiguió una ley específica del Congreso que fijaba el dinero para el traspaso de la policía.
Pero el entonces jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, fue a la Corte y consiguió una cautelar (en el proceso, perdió a un ministro de Justicia por los chats entre él e integrantes de la Corte, lo que derivó en el fallido intento de destituir a los Supremos). La Corte dispuso un aumento del 1,4 por ciento actual a un número fijado por el tribunal: 2,95. Este es el fallo que Milei se resiste a cumplir con un solo argumento: "No hay plata".
Para Pato también
Si la idea era incomodar a Milei, el objetivo también lo lograron con la tropa de Bullrich. En una maniobra coordinada, el nuevo titular del PRO bonaerense (asumió el miércoles) y jefe de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, reunió firmas para un proyecto de resolución que apoye el pago de la coparticipación a la Ciudad. Pero no lo firmaron los que responden a Bullrich: ni Damián Arabia, ni Fernando Iglesias, ni Patricia Vázquez, ni Hernán Lombardi. Esto generó nuevas críticas del ritondismo: "Arabia e Iglesias son de CABA. Es insólito que no apoyen el pedido de coparticipación para su distrito", los castigaron.
No es el único castigo que recibirá Bullrich: después de echar a su segundo del Ministerio de Seguridad (un hombre de Ritondo) y acusarlo de corrupción, Macri parece haberse decidido a no cumplir el acuerdo que habían hecho, por el cual Bullrich iba a ocupar la presidencia de la Asamblea nacional del PRO. La idea, cuando se hizo el cierre de listas, era una suerte de equilibrio de poderes: Macri a la presidencia del PRO y Bullrich, a la de la Asamblea.
Esto se definirá el jueves por la mañana, en una votación donde los asambleístas hasta anoche favorecían a Martín Yeza. Desde el bullrichismo, aseguran que si el acuerdo no se cumple, van camino a un cisma en el PRO.
Cepo e inacción
Ritondo, por último, sumó su granito de arena a la estrategia de Macri de correr a Milei de ahora en más con la gestión y se metió con el tema sensible del dolar. "Con la Ley Bases el camino a sacar el cepo tiene que ser irremediable y rápido", le marcó la cancha también Ritondo. Fue una respuesta directa a la conferencia de prensa de Caputo del viernes pasado donde no dio ninguna novedad sobre el mercado cambiario, lo cual viene generando una corrida cada vez mayor del dólar ilegal.
Ritondo le marcó otras inacciones al Gobierno: "Si hay un gobierno que piensa que a la obra pública se la reemplaza por obra privada, ¿dónde está lo que están llevando adelante en la obra privada? ¿Cómo se va a reglamentar el RIGI? ¿Van a salir rápido con la ley de blanqueo y la moratoria? Tendrían que estar haciendo anuncios. Si alguien quiere venir a Argentina y pregunta quién va a reglamentar el RIGI, no podemos contestarlo", les advirtió.
Si Milei pensó que el apoyo de Macri iba a ser gratuito, como dijo en varios reportajes, va a tener que pensarlo mejor.