El PRO avanza hacia su ruptura. Así lo dejó claro el sector que lidera Patricia Bullrich, quien en defensa de su alianza con el gobierno de Javier Milei, hizo retirar a sus representantes de la asamblea del partido que pretendía aglutinar apoyos para las nuevas autoridades. “Se van a quedar con un partido chiquito”, amenazó uno de los diputados aliados a la ministra de Seguridad.

La decisión de dejar el cónclave en el que delegados de Bullrich y Mauricio Macri debían ser ungidos como presidentes de la Asamblea y del Consejo del partido, respectivamente, se tomó cuando el sector que responde al expresidente designó a Martín Yeza como titular del órgano que estaba destinado al “bullrichismo”.

La acusación de los 20 seguidores de la ministra, con ella a la cabeza, fue que “no se cumplieron los pactos”. Entonces se retiraron del lugar de la cita entre empujones, simpatizantes enfervorizados, policías alterados y gritos.

La clave del escándalo en la Asamblea del PRO es que se trata de una disputa por el liderazgo del órgano que determina los acuerdos electorales con otras fuerzas.

Pero la antesala de la fractura expuesta fue una carta que Bullrich publicó en las redes sociales donde salió al cruce de Macri por su intento por quedarse con la conducción de los dos órganos del partido y presionar al gobierno nacional exigiéndole los fondos de coparticipación para la Ciudad.

En su carta, la ministra respaldó su alianza con Milei, dijo que “se juega” por el Presidente y que el PRO debe darse “un debate de rumbo”. Además, subrayó que aspira a dar el debate interno y aclaró que "que no se trata de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo".

Pero tras la asamblea, las cosas empeoraron. “Habíamos comprometido nuestro apoyo a Mauricio Macri para presidir el Consejo y ellos el apoyo a Patricia para presidir la Asamblea. Yesa asumió. Ahora se quedan con un partido chiquito, el partido de los amigos”, exclamó el diputado Damián Arabia a la salida del hotel.

Pero inmediatamente intentó borrar con el codo lo que había dicho. Ante la inmediata consulta de los periodistas de si el PRO se rompía, el legislador reparó: “El PRO no se rompe”, dijo pero dejó claro que quienes están alineados detrás de la ministra “vamos a acompañar el gobierno de Milei desde una organización PRO fuerte”.

Por su parte, Yesa procuró ser más cauto aunque no descartó la fractura del partido. “Yo no me voy. Te respondo por mí, no te puedo responder por el otro”, dijo ante una consulta.

Bullrich fue clara desde temprano: “Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora nos hundíamos” y por lo tanto “no vamos a dar marcha atrás”,  lanzó por la red social X en la previa a la Asamblea del PRO.

Defendió la alianza de su sector interno con La Libertad Avanza (LLA). “Yo me juego a fondo, como lo hice siempre, y cuento con ustedes”, insistió.

La interna del PRO

En la misiva que lleva el título "Nuestro compromiso incondicional con el cambio y la libertad", Bullrich se jactó de tener el respaldo de los " 6.200.000 de personas" la votaron en la última elección donde quedó en tercer lugar detrás de Milei y Sergio Massa, y la dejó afuera del balotaje presidencial.

Según Bullrich, el valor de esos votos y la alianza con Milei hacen que el gobierno del que ella es parte deba cumplir con "el compromiso con los argentinos".

"Avanzamos con fuerza y ayudamos a un triunfo electoral para construir un cambio de verdad, sin medias tintas. Y definitivo. Firmamos un contrato con la sociedad que no se puede romper", insistió.

También aprovechó para ratificar su discurso de confrontación con los sectores más vulnerables, las organizaciones sociales y los gremios: "Nos jugamos a tirar de este carro para adelante con decisión, con firmeza” para “bajar la inflación, la inseguridad, el déficit; para combatir las corporaciones y las mafias; para decirle basta a la extorsión de los gerentes de la pobreza y de los sindicatos que solo buscan el beneficio de sus dirigentes".

El pacto que ella tiene con Milei, agregó, “es un contrato sólido e irrevocable” y “como ministra de Seguridad, me comprometí a dar batalla y terminar con los graves problemas que atraviesan a la Argentina y que la convirtieron en el país del revés, donde los delincuentes tenían más derechos que la gente de bien".

"No vamos a dar marcha atrás", prometió en respuesta a las críticas de Macri y agregó: "Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos”.

"La Argentina no puede perder esta oportunidad de ser protagonistas del cambio más atrevido y necesario de las últimas décadas", remarcó, y concluyó: "No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino. Por eso, yo me juego a fondo, como lo hice siempre y cuento con ustedes".