Sara Hebe, la cantante y rapera más comprometida políticamente de la escena nacional, se presenta por primera vez en el Auditorio Oeste. Tras una extensa gira por Europa y América Latina, que continuará en las próximas semanas por Brasil y Chile, llega a Haedo en vísperas de su cumpleaños para interpretar las canciones de su último álbum, "Sucia Estrella", incluyendo la presentación en vivo por primera vez de "JOVE (Ft Santa Salut)"

En tu show de marzo en el Teatro Flores mencionaste que "nadie ganó todavía" respecto al triunfo de Milei y destacaste la fuerza que tenemos como pueblo. ¿Qué agregarías hoy, cómo ves esa fuerza del pueblo a la que te referiste?

--En ese momento yo tenía más fuerza y esperanza. Ahora, creo que perdimos. Más allá de mi rol como rapera frente al micrófono, lo que realmente salió de las tripas fue un mensaje de fuerza, esperanza, un mensaje de potencia vital. Después pasó el tiempo, empezamos a perder la esperanza, pero estoy convencida de que hay que reinventar la democracia. Hoy está siendo triste, quizás sin alegría y sin esperanza, pero con vida, con la vida que tenemos y con la particular obstinación de la vida que tengo yo. Tengo una extraña esperanza en la humanidad. Pienso en mi sobrino de cinco años que es un genio, en un montón de gente joven y de gente mayor que dicen y hacen cosas maravillosas. En las expresiones artísticas, el arte, la danza. Hay baile, hay canciones, entonces con toda esta vida que existe, que tenemos, hay que transitar este momento desesperanzador hasta que se dé vuelta la tortilla.

"Es fundamental salir del cabacentrismo", dice Sara Hebe.

¿Te da miedo expresarte así en este contexto de discursos de odio y violencia?

--Soy valiente, pero eso no significa que no sienta miedo. La valentía, para mí, implica enfrentar situaciones con valor, aunque el miedo esté presente. En aquel momento me sentía fortalecida, por eso transmití un mensaje de fuerza. Hoy las circunstancias son diferentes, pero es parte de transitar estos momentos históricos.

Desde tu disco "La hija del loco" hasta "Sucia Estrella", tus letras reflejan momentos sociales y políticos que vivimos como sociedad: desapariciones forzadas, represión policial, crisis económica, violencia, feminismos. ¿Qué te motiva a cantar hoy, qué discursos te convocan?

--Siempre me conmovieron las mismas luchas, las situaciones tristes y desgarradoras, las injusticias. Hoy tal vez está más presente la situación del cambio climático, algo de lo que siempre hablé. Lo que puedo ver es que hay un resurgir de esos temas que abordo desde el primer disco, porque ahora están en peligro derechos ganados. Algo nuevo que me convoca y me hace pensar, es volver al análisis, no digo volver a la psicóloga (se ríe), sino volver a hacerme preguntas. En vez de mirar hacia afuera, quizá este es un momento para ver qué narrativas surgen adentro. Quizá necesito hacerme ciertas preguntas para ver por qué estoy como estoy, donde estoy. Y si después eso lo trasladamos a un plano colectivo, por ahí podría surgir alguna narrativa potente, un discurso que después se haga carne, que sea una monstrua superpoderosa y que sea nuestro amigx y que luche con nosotros.

En este contexto de retroceso de derechos y avance del fascismo, ¿crees que la música, especialmente el rap y la cultura popular, pueden ser herramientas efectivas de resistencia y protesta?

--El rap y el hip hop son expresiones artísticas vitales y poderosas que amo profundamente. Muchos artistas elegimos lanzar la poesía urbana desde ahí. Muchos artistas excelentes, que admiro y conozco del rap y del hip hop también siguen con sus discursos de resistencia y de protesta. Pero no creo que nada sea una herramienta efectiva hoy, ya no hay herramientas efectivas. Hasta la política dejó de ser una herramienta efectiva, y empezó a serlo la propaganda, las redes. Está todo tan cooptado por el sistema, un sistema basado en la estética y muy banalizado. Creo que tenemos que inventar nuevas herramientas efectivas, todavía no sé cuales son, no las invente.

Siempre elegís colaborar con artistas emergentes y del under, ¿Cómo seleccionás con quién y qué te motiva a trabajar con ellos?

--Me encanta colaborar con artistas que se acercan con amor y solidaridad. O a los que yo me acerco y quiénes me devuelven esa onda amorosa. Las colaboraciones que hago están caracterizadas por eso, la voluntad de hacer, sin estar guiada por las pretensiones numéricas, o lo que marca el mercado y la industria. Entonces tengo colaboraciones hermosas con artistas que admiro. Me encanta cuando artistas jóvenes me convocan. Es un gran reconocimiento cuando se acerca gente nueva y joven. También cuando alguien de mucha trayectoria me da bola y accede a colaborar conmigo como fue con Ana Tijoux, una gran referente, poeta, rapera chilena. Con ella tenemos una canción que se llama Almacén de Datos con un gran videoclip. También hago feats con amigas y amigos, temas con la gente que me da cabida. He querido hacer temas con artistas que no me dieron cabida porque están más guiadas por lo que les marca la industria o lo que ven conveniente. Me encantaría hacer algunas colaboraciones que tengo en mente y estoy trabajando también en temas nuevos.

Estuviste de gira en Europa y América Latina. ¿Qué diferencias encontraste en la recepción de tu música y en las respuestas del público en comparación con Argentina?

--Sí, estuve por todos lados. Fui a México en marzo en el marco del Vive Latino, estuvo espectacular, fue un público muy amoroso. Estuve en Chile, me encanta porque tiene mucho público punk. Europa le re mete, en Cataluña hay un público súper power efusivo que lo da todo, en Madrid también estuvo genial. Galicia me recibió en varias movidas antifascistas, como en todo el territorio español. Y en países como Alemania y Suiza, en los lugares en donde el lenguaje no es el canal de comunicación, es increíble porque opera la música y el baile como modo vinculante y ahí se puede ver la sangre que tenemos en común.

¿Cómo te preparás para la fecha del auditorio Oeste, ¿por qué es importante para vos estar ahí?

--Vamos a encontrarnos con mi banda que la rompe. Tengo fronts woman's en mi banda, no cualquiera las tiene. Mucho ruido y pocas nueces por ahí. Tengo una violera que la mata, Lulú Hojman, una bajista que la rompe, toca conmigo desde los 17 años ahora tiene 21, Lali Bass de Moreno, un gran baterista rockero de La Plata, Edu Morote que está conmigo hace muchos años en mi banda y hace un tiempo que estamos en esta formación que suena súper bien, también con mis compañeros técnicos y luces, en producción técnica. Logré formar esta banda que me cuesta sostener por los costos y por los monopolios que hay en la música. Vemos que en los festivales son siempre las mismas bandas las que tocan y al final por más que hubieron algunos avances, como el cupo de artistas femeninas en los festivales, terminan siendo las mismas tres o cuatro que tocan en esos festivales, y las mismas bandas de chabones. Así que entre esa mierda de los monopolios, yo me mantengo tocando dónde puedo. Y me voy al Oeste a tocar porque creo que es importante salir del abacentrismo y moverse. Eso me parece popular, moverse. Además nunca toqué en el Auditorio Oeste, es un espacio clásico y hermoso del Oeste, una masa.

Sara habla convencida, se puede ver en ella una sonrisa mientras enumera las escenas que le generan vitalidad, incluso cuando afirma que está desesperanzada. Sin embargo su voz suena encendida, enérgica, como cada vez que sale al escenario, esa voz con la que agita, esa voz correspondida por cientos de personas que se enredan en un pogo caliente mientras gritan “dónde está tehuel” o “milei basura, vos sos la dictadura”. Su música es fiesta, pero también es denuncia, bronca, protesta y resistencia, la necesidad de decir con todo el cuerpo. Esa potencia que la atraviesa y la acompaña a dónde quiera que vaya, desde una jornada por los 15 años de la desaparición forzada de Luciano Arruga hasta una gira por Europa. 

La música y la poesía, el escenario y el activismo, son lugares en los que expresa lo que piensa, aunque a veces siente que el escenario es un lugar extremo y muy crítico, lo sigue eligiendo. En este contexto que a veces es difícil encontrar hacia dónde ir, qué decir y por dónde, Sara encuentra otros refugios más allá de la música, hoy su casa y su cachorra Salut, son espacios en los que refugiarse y tomar fuerza, para seguir cantando y haciéndose preguntas.

La próxima cita es este sábado 6 de Julio en Auditorio Oeste, Av. Rivadavia 17230, las puertas abren a las 19 hs. Sara presentará FULL band, la noche promete invitadxs especiales y abre Demattei.