En junio, la venta de insumos para la construcción se ubicó un 32 por ciento por debajo de la marca del año pasado y acumula en seis meses un derrumbe del 32,8 por ciento, de acuerdo al Índice Construya (IC), elaborado por las principales empresas del sector.

El dato relativamente positivo es que el sector comienza a recuperar algo de movimiento si la comparación se realiza de manera mensual, ya que se registró una mejora del 9,7 por ciento desestacionalizada frente al dato de mayo.

Las firmas que forman parte del Grupo Construya se aferran a "la película", es decir, el movimiento mes a mes, para transmitir señales positivas. "Por tercer mes consecutivo recuperamos los niveles de despachos de materiales. Estamos observando una mejoría gradual, luego de varios meses de una profunda contracción. Vemos esto como una tendencia positiva. Creemos que el regreso del crédito y de las 12 cuotas sin interés está contribuyendo a la recuperación de la demanda”, indicaron las compañías.

Esta visión, de todos modos, contrasta con las últimas declaraciones del presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss. La semana pasada, en el evento anual de la entidad que representa, el dirigente empresario detalló que cuando comenzó el gobierno de Milei había 3.500 obras en marcha financiadas por el sector público, las cuales se paralizaron para anteponer el equilibrio fiscal, a excepción de alguna como lo es la reversión del Gasoducto Norte y, ahora, la Cárcel de Coronda. El freno de las obras determina, según Weiss, una deuda del Estado nacional con las empresas constructoras del orden de los 400 mil millones de pesos.

"Nosotros somos el sector que, fuera de los jubilados, más está sufriendo el ajuste”, dijo Weiss, y detalló que ya se perdieron 100 mil puestos de trabajo directos desde mediados del año pasado y hay en riesgo otros 100 mil empleos indirectos. En el mismo mitin, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, habló de 130 mil despidos.

Por el lado del sector privado, las señales iniciales de recuperación del crédito en un cuadro de estabilidad del dólar están se están poniendo en riesgo de cara al tembladeral cambiario de las últimas semanas y la sensación que tiene el sector privado de que el plan económico inicial de maxidevaluación y posterior combo de licuadora, motosierra y estabilidad cambiaria, está llegando a su fin y que no hay indicios de parte del gobierno para lo que viene.