El huracán Beryl, que este jueves bajó de la intensidad máxima de cinco a categoría tres, continúa su trayectoria hacia México, luego de haber causado destrozos Jamaica y otras localidades caribeñas.
Se trata del fenómeno climático que más rápido se ha intensificado en el océano Atlántico antes del comienzo de la temporada de huracanes, que generalmente ocurre en septiembre. A su paso ya dejó al menos diez personas muertas, pero se especula que esa cifra aumente a medida que se restablezcan las comunicaciones en las islas devastadas por inundaciones y vendavales.
"El centro de Beryl se aleja de las Islas Caimán. Se esperan fuertes vientos, peligrosas marejadas ciclónicas y olas dañinas en la costa de la península de Yucatán en México a primera hora del viernes", señaló la última actualización del Centro Nacional de Huracanes (CNH).
Degradación de la categoría
El ojo del ciclón recientemente bordeó la costa sur de Jamaica y devastó a las comunidades con una tormenta de categoría 4, en la escala de cinco niveles de vientos huracanados de Saffir-Simpson, mientras los trabajadores de emergencia evacuaban a la población de las áreas propensas a inundaciones.
Finalmente, se alejó de Jamaica a primera hora de este jueves. Alrededor de las 1200 GMT, el huracán de categoría 3 ya se encontraba a 80 km de Gran Caimán y a unos 620 km de Tulum, México, según lo notificó la entidad meteorológica.
Beryl registró vientos máximos de 209 kilómetros por hora y se esperaba que arrojara entre 10 y 15 centímetros de lluvia en las Islas Caimán, donde era posible que se produjeran olas y corrientes de resaca que causaran riesgos fatales.
En dirección a México
Actualmente, se mantiene vigente una advertencia de huracán para la costa este de las Islas Caimán, relativamente próxima a la península de Yucatán (México), que junto a Cancún, se encuentran en la trayectoria prevista.
Ante el alerta, el aeropuerto de Cancún se colmó de turistas que buscan tomar los últimos vuelos antes de la llegada de la tormenta. En tanto, los comerciantes de esta zona tan cotizada decidieron tapiar las puertas y ventanas de los negocios para protegerlos.
Por su parte, el Ministerio de Defensa mexicano abrió alrededor de 120 refugios contra tormentas y pidió a los visitantes que atiendan las instrucciones sobre evacuación u otras medidas.
Destrucción en Jamaica y San Vicente y las Granadinas
Ante la continuación de las tormentas, el primer ministro jamaiquino, Andrew Holness, decretó un toque de queda, que tuvo como consecuencia el cierre de los principales aeropuertos de la isla y el vaciamiento de las calles.
A causa de Beryl, fue contabilizada una muerte y alrededor de mil personas fueron registradas en refugios hasta el miércoles por la noche, según lo indicó Richard Thompson, director general interino de la Agencia de Desastres de Jamaica.
Asimismo, a comienzos de esta semana, el huracán golpeó fuertemente a San Vicente y las Granadinas. El primer ministro del país, Ralph Gonsalves, aseguró que Union Island -la isla más meridional de las islas Granadinas- fue "arrasada", por lo que sería "un esfuerzo hercúleo reconstruirla". Las autoridades registraron allí al menos tres muertes y un daño generalizado de los cultivos en todo el territorio, con una destrucción de más del 90% de los edificios.
Muertes en Granada y Venezuela
En el país limítrofe de Granada, su primer ministro Dickon Mitchell, describió las consecuencias del Beryl como condiciones "similares al Armagedón". La nación quedó sin electricidad y con una destrucción masiva de la urbanización, además de la confirmación de tres muertes.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que tres personas de su país murieron por el fenómeno climático, cuatro fueron registradas como desaparecidas y más de 8.000 viviendas resultaron dañadas.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos ha pronosticado una gran cantidad de huracanes importantes en una temporada "extraordinaria" este año y adjudica esto a las temperaturas cálidas del océano Atlántico más cálido, producto del cambio climático.