“Háganla ustedes”, es la respuesta que llega de la Nación. Así lo cuenta Jorge Paredi, integrante del directorio de Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA). El ex intendente de Mar Chiquita explica que, más allá del desfinanciamiento por parte de Javier Milei a la Provincia de Buenos Aires, la instrucción de Axel Kicillof es poder avanzar con las obras que estén al alcance. Para esto, asegura, es fundamental la comunicación con los intendentes.
Al frente de la empresa está Hugo Obed, a quien Paredi describe como “un geólogo joven y muy experimentado en el tema que le está dando al organismo una mecánica totalmente nueva”. La referencia es a ir encauzando su financiamiento desde las tarifas y poner en práctica una mecánica de proximidad con los municipios.
Respecto a este último eje, quien fue cuatro veces intendente de Mar Chiquita, sostiene que es “fundamental” escuchar a los jefes comunales y coordinar con ellos cuáles son las obras que deben llevarse adelante. Hace foco en este punto porque, agrega, la operadora que integra tienen como área de servicio a distritos del interior, lo que amerita, desde su mirada, una mayor interacción con la dirigencia local.
Pone como ejemplo el caso de Dolores. Hace pocos meses Obed, Paredi y el resto de la conducción de ABSA firmaron el inicio de un recambio de caños cloacales que depara una inversión de cien millones de pesos. La decisión de comenzar con esos trabajos fue producto del diálogo con el intendente dolorense, Juan Pablo García.
Misma situación, cuenta, se está dando en General Paz, Pila, Villa Gesell, Bahía Blanca, o municipios gobernados por la oposición como Madariaga.
Sobre las tarifas, señala que la empresa bonaerense viene cobrando “montos irrisorios” que están muy lejanos a los que percibe Aguas y Saneamiento SA (AYSA), la firma que presta el servicio en la región del conurbano. Por eso ahce hincapié en la labor de Obed y la búsqueda de ordenar las tarifas para no desfinanciar a la operadora.
Toda esta labor, advierte, se vuelve más difícil ante el abandono del Gobierno nacional. Previo a la asunción de Milei, el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) tenía presencia con obras públicas en la provincia de Buenos Aires. Hoy están abandonadas. Entre ellas, cuenta Paredi, la extensión de la red de agua que va de Santa Clara del Mar a Mar Chiquita.
La única respuesta que reciben de la Nación es que ya no se hará obra pública y un repetido “háganla ustedes”. Ese traspaso contiene una contradicción. Mientras Milei pisa los giros de fondos que le corresponden a la Provincia que hoy ascienden a más de 6 billones de pesos, le solicita que se ponga al hombro obras como plantas depuradoras o acueductos que demandan inversiones que pueden estar por encima de los 3 mil millones de pesos.
Ante esta situación, Paredi es claro: “Nosotros queremos el Estado presente y el topo quiere hacerlo bolsa”.
Avanzar
ABSA es una empresa que tiene su terminal operativa bajo el ala del Ministerio de Infraestructura que comanda Gabriel Katopodis. Opera en 94 localidades dentro de 62 municipios y cuenta con 845 mil usuarios. Con sus 28 plantas potabilizadoras y 70 depuradoras, hoy brinda servicio a 2,5 millones de bonaerenses.
El universo no es menor. Por eso Paredi remarca que las obras iniciadas por el Gobierno nacional deben finalizarse. Y lo debe hacer la Nación. “Están preocupados por el equilibrio fiscal cuando la obra tiene que avanzar, sin importar el color político porque no se puede parar una obra de cloacas”, insiste.
De todas maneras, pone sobre la mesa que la Provincia está en tratativas para darle continuidad a algunos trabajos que se encuentran paralizados. “El ministro Katopodis lo viene hablando y está trabajando para que el Estado provincial, en algunos casos, haga el esfuerzo para finalizarlas, pero en muchas no se puede porque no hay capacidad financiera para hacerla”, detalla.
Considera que el parate impulsado por el Enohsa es “insólito y no puede seguir así”. “Los intendentes de todos los colores los van a demandar porque hoy le preguntas al presidente del Ente sobre qué obras están haciendo y la hoja la tiene en blanco”, apunta.
Por eso resalta el rol de la Provincia como contrapartida a la decisión de Milei de no apostar por la obra pública. No sólo en materia hídrica, sino en todas las áreas. Allí Paredi vuelve a poner un ejemplo. En Coronel Vidal, localidad del partido de Mar Chiquita, la ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano, Silvina Batakis, inauguró hace unos días 19 viviendas con fondos provinciales.
“Pero por otro lado tenemos cincuenta que tienen hasta el techo construido pero que el Gobierno nacional no las continúa y nos dice que nos arreglemos nosotros”, indica.
Esta distancia entre ambos modelos de gestión, asegura, la percibe la sociedad. Cuenta que, durante la inauguración y entrega de las viviendas, tres mujeres se acercaron a hablarle. Eran dos enfermeras y una trabajadora de la salud. “Yo pensé que no iba a llegar nunca esto, porque con este Presidente tenemos una angustia tras otra, me decían”, relata Paredi, que remarca que, en todo momento, se les había dicho que la obra se iba a terminar mientras que las de origen nacional tiene el cartel rojo que indica que están frenadas. Y remata: “En la política, la verdad siempre gana”.
Toda esa situación la enmarca en un análisis que el propio Kicillof suele exponer, y es que en el interior provincial el crecimiento debe tener un fuerte empuje del Estado. Si no, explica Paredi, no hay escuelas, no hay salud, no hay asfalto y no hay agua o cloacas.
El timón a los que ganan
“Yo empecé con Antonio Cafiero, tengo 73 años, y nunca pensé que un tipo tan incoherente e inoportuno sea presidente”, afirma Paredi. Con toda su vida dentro del peronismo, sostiene que el “movimiento nacional tiene que renovarse permanentemente”. Para eso, remarca, debe darse el trasvasamiento generacional correspondiente.
Eso, indica, es lo que hizo en Mar Chiquita y hoy Walter Wischnivetzky es el intendente desde diciembre del 2023. “Por eso no podemos pedirle a Cristina más de lo que hizo, cuando fue dos veces presidenta y acompañó a Néstor”, apunta.
Para Paredi, es una etapa que debe estar liderada por aquellos dirigentes que hoy están alrededor de los 50 años. “El peronismo siempre sale”, dice. “Hay muchos intendentes jóvenes en el peronismo, algunos que ya van por el tercer o cuarto mandato, y hay muchos elementos en la provincia de Buenos Aires que se van a revitalizar tras esta crisis y vamos a salir de esta pesadilla”, asegura.
Pero aclara: “Como decía Perón, la conducción tiene que estar en los ganadores”. Y agrega: "Cuando el timón es conducido con mano firme no hay que temerle a la tempestad".
Sobre el futuro inmediato del peronismo, deja en claro que “hay que trabajar para la unidad porque la prioridad es revertir la situación social y política en la que está la Argentina”. Al mismo tiempo, pide que los dirigentes de otras provincias que pactan con el Gobierno nacional “comprendan que no hay proyecto de provincia o proyecto de municipios sin definir el país que queremos”.
Al respecto, toma las palabras de Kicillof en el cierre del Congreso Productivo Bonaerense en Mar del Plata: “Queremos el país de la producción”.